Peterhansel aguanta el ataque de Loeb: ya roza su 13º Dakar
Mantuvo su ventaja inicial recuperando 4 minutos en la segunda parte de la especial. Está a 64 kilómetros del triunfo con 5:32 de ventaja.
Con el corazón en un puño. Así han tenido a todo el Dakar dos campeones, dos mitos. Stephane Peterhansel, Monsieur Dakar, doce veces ganador de la prueba, aguantó el feroz ataque de Sebastien Loeb, nueve veces campeón del mundo de rallys. Una lucha de poder a poder que parece haber quedado decantada a favor del primero. Su diferencia a falta de la etapa final de 64 kilómetros, cinco minutos y medio, parece suficiente para que sume su 12+1 triunfo en “su” prueba.
La penúltima jornada del Dakar 2017 fue el mundo al revés. Con una primera parte en las dunas de San Juan en teoría favorable a Peterhansel y una segunda más del estilo del Mundial de Rallys, favorable a Loeb, sucedió lo contrario de lo que se esperaba. En las dunas Loeb se tiró en tromba y consiguió reducir la diferencia inicial en 2 minutos 56 segundos. En ese momento nadie daba un duro por Monsieur Dakar, que parecía abocado a entregar el liderato y el triunfo al rey de los rallys.
Pero, sorpresa, donde Loeb debería haber marcado las diferencias, en los caminos más similares al los del Mundial de Rallys, fue donde Peterhansel neutralizó el ataque de su compatriota y compañero en el equipo Peugeot. Al final de los 288 kilómetros de la etapa les separaron sólo 18 segundos, por lo que en la corta jornada final de 64 kilómetros sólo una sorpresa podrá impedir que el rey del Dakar vuelva a subirse a su trono en Buenos Aires. Echen la cuenta: cinco minutos y medio son una barrera infranqueable ante tan corta distancia.
Cyril Despres acabó la jornada a espaldas de sus compañeros y tiene asegurado su primer podio en coche en una prueba que ha aganado cinco veces en moto. A las puertas de ese cajón se va a quedar un Nani Roma que ha sido el mejor de los Toyota, y el único rival real de los Peugeot en este Dakar 2017. Sin los problemas del mal cálculo con la gasolina un día, los de motor en las etapas de altura y algún error de navegación de un Alex Haro que ha estado soberbio en casi toda la prueba, el español podría haber peleado cuanto menos por subir al podio bonaerense.
Quinto será su compañero Giniel de Villiers, un abonado al podio que este año se ha quedado muy lejos, mientras que Orly Terranova, el ídolo de los argentinos, se ha quedado como mejor Mini en la peor actuación del equipo de Sven Quandt que se recuerda.