Barberá se despide de la Ducati 'buena' hasta los test
En Sepang volverá a correr con la GP14 del Avintia Racing, quedando atrás dos carreras con la GP16 oficial. "Me faltó suerte", dice.
Caída en Motegi y caída en Phillip Island. Ese es el saldo de Héctor Barberá con la Ducati GP16 oficial que Andrea Iannone recupera este fin de semana en el GP de Malaisia, el mismo en el que el valenciano retorna al box del Avintia Racing, para subirse de nuevo a la Ducati GP14 para las dos carreras que faltan. Será a partir del test del 15 de noviembre, en Valencia, cuando la ducatona de Iannone y Héctor vuelvan a unir sus fuerzas, con mucho más tiempo para adaptarse el uno al otro antes de que arranque el curso 2017 el 26 de marzo en Qatar. A partir de entonces deberán llegar mejores resultados, seguro, que los de estas dos carreras en las que fue peor que con su moto vieja.
El sabor de boca que le queda al de Dos Aguas tras vivir dos GGPP como piloto oficial de MotoGP "es agridulce". Lo explica a AS: "Me faltó suerte. Corrí de prestado y sin saber que haría las dos carreras. De haber sabido antes de salir a Japón que también haría Australia, el planteamiento hubiera sido diferente y no me hubiera entrado la prisa por intentar adelantar a Pol, porque quería ir a pelear por el quinto con Crutchlow. Me hubiera conformado con hacer sexto, pero en esas circunstancias necesitaba hacer ruido y me equivoqué. Y en Australia no fue una oportunidad perdida, porque simplemente no tuve oportunidad por el mal tiempo. La GP16 es una moto completamente diferente a la GP14, no una evolución sino una moto diferente. Me faltó tiempo con ella, pero lo bueno es que ya sé qué moto es con la que me voy a econtrar a partir del test de Valencia. En cualquier caso, le estoy muy agradecido a Ducati por la oportunidad. Me he encontrado un equipo muy profesional, lo que se espera de una fábrica, pero también muy humano. Si vuelven a necesitarme más adelante, ahí estaré a su disposición".
A la hora de analizar a la Ducati oficial, Barberá dice sobre ella en seco que “es una moto mucho mejor. Sin salir muy bien en Japón, estaba detrás de Pol y quería pasarle rápido para irme con Crutchlow. Pilotos como Petrucci o Redding con los que habitualmente peleo pasaban a estar a un segundo plano. Con mi moto eso era imposible, por potencia y por todo, también frenos, suspensiones, la manera de girar de la moto, el chasis… Todo”. En cuanto a su experiencia en agua, asegura: “Se me pasó muy rápido. Los problemas en agua se amplifican. Salí con la puesta a punto estándar de la carrera anterior y allí ya tuve el problema de que no sentía feeling delante. En Australia ese problema se amplificaba. No podía frenar inclinado. Estaba al mínimo de las condiciones que se pueden tener para ser competitivo con esa moto y, sin embargo, con la GP14 estoy al 120%”.