BMW y su idilio con el motor: llega a la Fórmula E y al WEC

Sus tres letras encima de la bandera azul y blanca de Baviera rodeada por un elegante círculo negro son el objeto de deseo de veinteañeros con carné y posibles y uno los símbolos más reconocidos del motor y sus carreras. BMW y su idilio con el automovilismo es histórico, y va a entrar en una etapa en la que lo será aún más. La marca de Múnich redobla su apuesta por la competición aumentando su presencia en la Fórmula E y regresando al WEC y sus 24 Horas de Le Mans.

Empezando por la categoría eléctrica, a la que dota con los coches de seguridad y médico, la firma alemana ha anunciado un acuerdo con el equipo Andretti, donde corre su piloto António Félix da Costa, para participar en el desarrollo de su unidad de potencia en la próxima temporada y ser equipo oficial cuando se logre aumentar la duración de las baterías y los pilotos puedan correr con un solo coche, algo previsto para la campaña 2018/19. Ese año, 2018, también será cuando regrese al WEC en la categoría GTE.

"Nuestra llegada a la FE nos permitirá forjar nuevos caminos y demostrar nuestra experiencia en la movilidad eléctrica. Una mayor participación será concebible a partir de la quinta temporada, cuando se aumente capacidad de las baterías", comenta Jens Marquardt en ‘Autosport’, director de la parcela deportiva, que también comenta su vuelta al WEC y a Le Mans, donde participaron por última vez en 2011: "La forma en que el WEC se ha desarrollado nos hace confiar en que hay un gran futuro para los GT".

Otro cargo importante, Hildegard Wortmann, el vicepresidente de BMW, también comenta su estrategia: "Se caracteriza por un fuerte ajuste de marca. Los diferentes compromisos contribuyen a los atributos que conectan a aficionados y clientes con la marca. Estamos muy bien posicionados con esta estrategia y representados en los mercados más importantes a nivel mundial. BMW y el automovilismo van de la mano. Esta combinación siempre ha dado forma a la marca". Y, a partir de ahora, aún más.