Mercedes no quiere repetir este año el 'misterio Singapur'
Los pilotos y el jefe de la escudería alemana esperan estar en la lucha por los primeros lugares después de que el año pasado no pudieran subir al podio.
"No será fácil, incluso en 2014 no lo fue. Ferrari y Red Bull están cerca. Habrá una buena batalla por la victoria y a mi me gustan mucho las batallas, así que a ver qué pasa...". Quien así habla es un tipo capaz de asustar a un tigre. Lewis Hamilton es el líder del Mundial, ha ganado dos en Singapur con dos equipos diferentes (McLaren y Mercedes), pero que el año pasado vio como, de repente, su todopoderoso coche aleman sufría en la pista de la carrera noctura. Y no quiere que vuelva a pasar.
Para conseguirlo en el equipo están haciendo toda clase de simulaciones, pero como bien dice Paddy Lowe, su director técnico, "hasta que no se pongan los coches en la pista no sabremos si iremos bien o no". Porque ya vio como el año pasado su monoplaza era dos segundos más lento de lo habitual.
En cualquier caso en Mercedes no se ven dominadores en este trazado. Y por ejemplo Nico Rosberg, ganador en Monza, rebaja sus expectativas aquí: "El objetivo será el podio. No será fácil. Es un circuito Red Bull y el año pasado no fuimos fuertes". El alemán no cuenta esta vez con la victoria. O al menos eso dice.
Y por último Toto Wolff, el jefe del equipo, reconoce las dificultades de este circuito urbano: "Es un circuito en el que un simple problema puede derivar en muchos más contratiempos con el progreso del fin de semana. Debemos optimizarlo todo para conseguir un buen resultado. El año pasado no lo conseguimos, y aunque ahora creemos que entendemos por qué, nuestras conclusiones sólo se pueden confirmar con nuestra actuación en pista. Somos cautos. Ferrari está bien en este circuito y el trazado se adaptará a la filosofía de diseño de Red Bull, así que no debemos cometer el error de pensar que somos los favoritos". No lo son. Eso dicen, pero es raro que se repita dos años seguidos el misterio Mercedes en Singapur.