Honda RC100: el monoplaza de F1 que nunca llegó a debutar
En los años 90, la marca japonesa decidió fabricar su propio coche para competir en el Mundial. Finalmente, decidieron invertir sus recursos en la ChampCar.
La dictadura y ventaja del equipo anglo nipón frente al resto de competidores era de tal envergadura, que la marca japonesa alentó a sus ingenieros a construir un monoplaza de Fórmula 1 en su tiempo libre. Ni siquiera tenían intención de competir con el. Honda quería que sus ingenieros realizaran cosas difíciles para mantenerles motivados.
La razón por la que este coche nunca se estrenó en pista fue porque Honda entendió que su V6 Turbo y V12 atmosférico eran tan absolutamente dominantes en aquella época, que el deporte del motor por excelencia no les resultaba desafiante tecnológicamente.
El monoplaza era bastante tradicional, ya que no tenía las suspensiones activas que otros equipos montaban ya en sus coches, pero sí poseía una transmisión semi-automática y un propulsor de 850 caballos.
A día de hoy, se antoja muy complicado que Honda vuelva a poseer tan nivel de supremacía frente al resto para dedicar el tiempo libre de sus técnicos a construir un monoplaza de carreras. Aunque con los japoneses al frente, uno siempre debe creer en el poder de los sueños.