Rossi y Márquez se dan la mano y firman la paz en Montmeló
Primer acercamiento tras 8 meses de 'guerra'. "El motociclismo se lo merecía", dijo Marc. "Era necesario normalizar las cosas", explicó Valentino.
Es una de las imágenes del año. Tras finalizar la carrera de MotoGP en Montmeló, donde Rossi cruzó la meta en primer lugar y Márquez, segundo, se convierte en nuevo líder del Mundial, ambos se acercaron en un corrillo y se tendieron la mano sellando así la paz de una guerra que se remonta desde el GP de Malasia, de octubre de 2015. Aquella carrera acabó con la relación entre Rossi y Márquez e hizo que estallara la enemistad entre ellos y entre sus dos aficiones. Ambos peleaban por la tercera plaza, el italiano acorraló al español en la undécima curva y le hizo caer con un gesto que muchos consideraron una patada. "¿Gran carrera eh?", le dijo Valentino a Marc cuando le vio en dirección de carerra. "Buena patada", le respondió...
Desde entonces, ambos han protagonizado varios piques dialécticos y que desembocaron en una relación gélida, inexistente. Pero este domingo, tras un fin de semana negro por el fallecimiento en el circuito de Montmeló de Luis Salom, ambos han firmado la paz en un precioso gesto. "Lo importante es que nos hemos dado la mano porque el motociclismo se lo merecía. Hemos tenido una batalla bonita en un fin de semana en el que hemos visto que todos somos humanos, que nos tenemos que repetar y no sabemos lo que puede pasar...", declaró Márquez. Rossi explicó: "La relación no volverá a ser como antes, es normal, pero he entendido que era necesario tratar de normalizar las cosas. Creo que necesitábamos estar tranquilos y relajados, porque es nuestra gran pasión y éste es un deporte siempre peligroso. Es normal querer estar más tranquilos y más concentrados".
Luego, en la rueda de prensa posterior a la carrera, le preguntaron a Rossi que si ese gesto podría significar el comienzo de una nueva relación con Márquez, más sana y cordial, a lo que respondía con un escueto "sí". Marc, que lo escuchaba a su lado derecho, le agradeció su intención con una palmada en la espalda y ambos se dedicaron una sonrisa cómplice.
Sigue fría, sin embargo, la relación con su compañero de equipo, Jorge Lorenzo, debilitada tras el desenlace del pasado Mundial que se llevó el español. "La situación con Lorenzo es diferente. Lo que puedo decir es que en el principio de temporada no nos hablábamos. Cuando regresé de Yamaha, siempre era yo el que iba a saludarle. Este año he esperado a que fuera él el que viniera a decirme algo".