Bronca de Sauber a sus pilotos por una colisión "inaceptable"
"Ellos tienen la responsabilidad de llegar al final de la carrera", dice Kaltenborn sobre el choque entre Ericsson y Nasr en la Rascasse.
No hay cosa que más fastidie a un equipo que ver a sus dos pilotos chocando entre sí. Es lo último que quieren ver y lo primero que les dicen que eviten a toda costa. En Barcelona ya vimos un accidente entre dos coches del mismo color, los Mercedes de Hamilton y Rosberg, y en Mónaco se vio otra situación similar entre los dos Sauber. Es un roce menos trascendente a la vista del aficionado, pero provocó un verdadero enfado en el equipo de Hinwil, sobre todo en su jefa.
Por si Monisha Kaltenborn tuviera poco con los problemas económicos y los retrasos en los pagos de los miembros de la escudería, ahora tiene que lidiar con el acto poco responsable de Ericsson y Nasr. Y claro, estalla. "Fue un comportamiento inaceptable de ambos pilotos. El trabajo de todo el equipo terminó en una colisión. Marcus y Felipe saben la cantidad de trabajo que se pone en cada fin de semana. Ellos tienen la responsabilidad de llegar al final de la carrera", declara en ‘Motorsport’.
El incidente tuvo lugar en la Rascasse y llegó después de que desde el pit wall dijeran a sus hombres que intercambiaran las posiciones. Pero Ericsson quiso hacerlo en un mal lugar y Nasr no le dejó. Así explica la india cómo tomaron la decisión: "Después de evaluar la situación general era importante llevar al coche más rápido en la medida de lo posible a la parte delantera, queríamos aprovechar cualquier oportunidad. Nuestra decisión se basó en los datos de los dos coches".
Después de remangarse, amenazarles con la zapatilla y darles un colleja a cada uno, como haría cualquier madre, Monisha les dice que piensen sobre lo que han hecho y, sobre todo, que no se les ocurra repetirlo. "Hemos aclarado la situación interna y los dos pilotos son conscientes de sus responsabilidades. Tal incidente no va a volver a pasar", asegura con la esperanza de no tener que señalarles con el dedo más. Una regañina que veremos qué efecto causa en sus pilotos.