Marchionne: "Hicimos limpia; Ferrari no era presentable"
El presidente de Ferrari reitera que el coche "no era competitivo" y deja claro que "si llegaran a pasar diez años sin título sería una tragedia".
Hay veces en que Montezemolo nos suena lejos, muy lejos. Lo cierto es que Sergio Marchionne parece tener un perfil más bajo en su presidencia de Ferrari, una imagen que dista de la de Luca paseándose por el paddock. Pero la mano de Marchionne ya se dejó notar en 2015 y parece que más aún lo hará en 2016. Aunque no ha sido fácil. "Ferrari es muy diferente a cuando llegué en 2014, lo es... Intenté ver dónde estábamos verdaderamente dentro del panorama de la Fórmula 1 y me di cuenta de que no éramos ni presentables ni competitivos", afirma el jefe de la Scuderia en La Gazzetta dello Sport. "Hicimos limpia en las filas", resume.
Es decir, que Marchionne dio la vuelta a Ferrari como a un calcetín. En 2015 se notó una mejoría, pero los tifosi aguardan expectantes el inicio de un Mundial en el que muchas voces apuntan a los monoplazas italianos como serios rivales de Mercedes. Para ello hubo que hacer lo que Marchionne considera "indispensable". "Mejoramos eliminando todas las injerencias y reorientando al equipo en aquello que era verdaderamente importante. La llegada de Maurizio (Arrivabene) ayudó mucho", comenta el presidente ferrarista, quien radiografía al actual jefe de equipo: "Si tiene un defecto es que no es un técnico, pero no sé si eso es un defecto o una virtud. La ventaja es que posee la habilidad de hacer equipo de un modo bestial. Lo hace físicamente. Crea un grupo e involucra a todos sus ayudantes como una piña. Y luego, por otra parte, soy yo el que lo involucro a él".
Lo que tiene claro es que el buen año 2015 ayuda a todos, a la escudería, obviamente, pero también a la imagen de marca que tiene Ferrari en todo el mundo. "Recientemente hablaba con uno de nuestros concesionarios de autos y estuvimos de acuerdo en que los resultados de 2015 ayudaron a devolver credibilidad a la marca. Si de alguna manera llegáramos a los diez años sin ganar un título sería una tragedia".