FÓRMULA 1 | NORMATIVA DEL MUNDIAL
Los coches cerrados, la opción más viable cara al futuro
La FIA decide optar por una mayor seguridad frente a los golpes en la cabeza y se inclina por un sistema mixto con una aureola junto al conductor. Puede llegar en 2017.
Sólo existen tres deportes: el toreo, las carreras de coches y el montañismo. El resto son simples juegos”. Lo decía Ernest Hemingway que reforzaba su argumento con la nobleza que tiene aquella actividad en la que pones en juego tu vida. Y enlaza con la frase legendaria de que el motorsport o es peligroso o no es.
Y viene al caso porque las últimas muertes en el automovilismo han llegado a causa de golpes en la cabeza. Y desde hace unos años la FIA trabaja en la inclusión del cockpit cerrado, algo que podría llegar incluso en 2017. La opción Halo diseñada por Mercedes parece ser la elegida.
Antecedentes. Jack Brabham utilizó un cockpit semi-cerrado en el GP de Italia de 1967. Sin embargo, a diferencia de lo que sucede ahora no buscaba una mayor seguridad sino una mejora aerodinámica en el coche de su propia escudería.
Pilotos. La mayor parte están a favor de alguna solución. Alex Wurz, presidente de la Asociación de Pilotos: “Los expertos y los pilotos estamos de acuerdo en que la aureola debe colocarse, esperemos que los equipos estén de acuerdo”. Otros como Alonso y Button ven bien la idea, a Vettel le preocupa la visibilidad.
Sistema Halo. Consiste en una especie de arco situado en la parte superior del habitáculo. Se apoya sobre un pilar central que queda frente de los ojos del piloto. Serviría para desviar objetos de cierto tamaño que se proyecten contra el casco. No se empañaría en caso de lluvia y no habría problemas en caso de extracción, algo que es un riesgo en el caso de los cockpit cerrados como los de los cazabombarderos.
Pruebas. La FIA hizo unos test en un circuito inglés con tres opciones de cockpit cerrados, uno de policarbonato, otro de material aeroespacial, y otro como el AFP-VB2 desarrollado por Lotus. Se trataba de disparar un neumático de 20 kilos a 225 km/h. En el primer caso no aguantó, pero en los otros dos no sufrieron ninguna deformación.
Accidentes. Jules Bianchi, en F-1, Justin Wilson, en Indy, Henry Surtees en F-2 (en estos dos últimos casos un objeto impacto contra ellos) han fallecidos por accidentes con golpes en la cabeza.
Problemas. Sobre todo dos, la escasa visibilidad y la tardanza en extraer al piloto (ahora debe ser de cinco segundos). También los costes.
Beneficios. Accidentes como los de Surtees o Wilson podrían haberse evitado con este sistema. Y otros como el de Massa en 2009.