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RALLY DAKAR 2016 | COCHES

Despres-Castera: el éxito de una extraña pareja

El pentacampeón de motos va séptimo en la general de coches y tiene de copiloto en el Peugeot al que fuera director deportivo de la carrera.

Villa Carlos Paz
David Castera y Cyril Despres en el Peugeot.
Red Bull

Se hablaba de tres pilotos, casi exclusivamente. De Sainz, Peterhansel y Loeb, pero pocos se acordaban de él, a quien se seguía viendo con la ‘L’ de prácticas colgada en su Peugeot 2008 DKR. Pero Cyril Despres dio un paso adelante y ha sido una de las revelaciones del Dakar. “Es mi segundo Dakar, el problema en Uyuni con una piedra que nos bloqueó el turbo fue nuestro gran contratiempo. No me puedo quejar, no pensaba estar entre los diez primeros”, comenta el francés, que forma una extraña pareja con David Castera. El primero cambió las motos por los coches hace dos años; el segundo puso fin a diez años como director deportivo del Dakar para convertirse en copiloto. El resultado: son séptimos en la general.

Despres agradece los elogios de Bruno Famin, director de Peugeot Sport (“sí, me han dicho que ha hablado bien de mí”, dice) y a su vez piropea a Castera: “No me quejo de copiloto, no. Está muy concentrado. Disfruta y ha estado muy motivado. Y ojo, si no es fácil para Marc estrenarse como director de carrera, tampoco es fácil para David debutar como copiloto”. “Me siento extraño, viendo a mucha gente que conozco de estar al lado en la oficina”, comenta Castera.

Cyril ha seguido de cerca la competición de motos, que ganó cinco veces y en la que le han preocupado “las muchas caídas de la primera semana”. Tiene clara la principal diferencia entre competir en motos y en coches: “En coche te cansas menos que en moto. Físicamente, el desgaste es menor, no diría la mitad pero no muy lejos de la mitad. Lo difícil es empezar de cero a competir con otro vehículo”. Una experiencia que comparte con David, que fue motero y luego pasó a la dirección deportiva del Dakar. “Lo más difícil es aprender, porque la gente dice ‘¡ah, conoces el raid!’. Conocer el Dakar en general es una cosa, pero lo que aquí sucede es que debes olvidar todo y empezar de nuevo”, afirma el copiloto.

Nuevos tiempos en suma para ambos. “A Marc y a mí ya nos han olvidado, las motos se han renovado”, apunta Despres. Las motos, un hilo que también les une. “Hablamos el mismo idioma, venimos los dos de la moto y él ganó cinco veces el Dakar en esa categoría. Sabe mucho y aprendo todos los días con él”, explica Castera. Ese séptimo puesto final es la mejor demostración.