NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

DAKAR

Sainz: "Ahora sí puedo atacar y disfrutar conduciendo"

El madrileño y Lucas Cruz se muestran optimistas en Madrid, donde Peugeot presenta su reto para el Dakar antes de partir a Buenos Aires.

MadridActualizado a
Sainz: "Ahora sí puedo atacar y disfrutar conduciendo"
BallesterosEFE

En las últimas semanas, la sonrisa de Carlos Sainz parece ser el mejor termómetro de la salud de la que goza el Peugeot 2008 DKR. A ella se remiten sus rivales directos, los pilotos del X-Raid al volante del Mini. Sainz se ha despedido hoy de Madrid, con el acto que ya en él es tradicional Dakar tras Dakar. "Voy más confiado que el año pasado. Un proyecto como éste sólo se puede llevar a cabo disfrutando y ahora contamos con un coche con el que me gustaría pensar que podemos plantar cara a Mini y Toyota", confesaba el madrileño.

En ese "contamos", en ese plural mayestático, le acompaña Lucas Cruz, el copiloto con el que fue feliz en aquel 2010 en el que conquistaron el título en el raid. Ahora, tras un año en el que el 2008 DKR ha vivido un auténtico lavado de cara, las sensaciones son alentadoras. Pese a tener los pies sobre la tierra. "Sabemos que es muy difícil conseguir ganar el Dakar en tu primer o segundo año de experiencia", afirmaba Sainz, en alusión a ese proyecto Peugeot del que ahuyenta cualquier tipo de favoritismo hacia los pilotos franceses (Peterhansel, Despres y Loeb). "En ese aspecto no tengo ninguna duda por parte del equipo Peugeot", puntualiza.

Hay una palabra que aquí, en el madrileño Hotel AC Cuzco o en la fábrica de Peugeot en París, sea donde sea, sobrevuela la candidatura francesa al Dakar: fiabilidad. El coche ha hecho test, sí, pero son muchos quienes echan en falta fuego real para el 2008 DKR. Habla Sainz: "En Peugeot han hecho el máximo posible, han mejorado en muchos aspectos del coche pero manteniendo el concepto de las dos ruedas motrices. No es cuestión de un aspecto o dos, sino del conjunto del coche. En 2015, yo no podía atacar y disfrutar conduciendo y este año sí". Esa es la táctica, no queda otra para batir a ese Mini intratable en los últimos años. Arriesgar en un Dakar que Sainz vaticina como "duro y con sorpresas pese a lo que en principio se esté diciendo". Saldremos de dudas en nada, en dos semanas. Ya huele a Buenos Aires.