Ariel Jatón: “La clave es saber gestionar que no hay que correr"
Ariel Jatón pilota el ACCIONA 100% EcoPowered, el buggy eléctrico con el que la multinacional española ya hizo historia en Marruecos.
—El buggy ACCIONA 100% EcoPowered era un buen reclamo en la presentación del Dakar en París, vísperas de la Cumbre del Clima. ¿Qué siente al competir contra el futuro?
—Más que competir, estamos intentando hacer un futuro mejor. Es un desafío muy grande.
—¿Se imaginaba junto a Gastón Scazzuso en un proyecto tan ambicioso?
—Siempre me he involucrado en proyectos ambiciosos, aunque quizá no de tanta magnitud.
—El coche adelgazó respecto al Dakar 2015, un 40% menos de peso. ¿En qué se nota?
—En todo. Es mucho más maniobrable ya sea en caminos estrechos, trialeras o pistas complicadas. Es una gran ventaja.
—Llegan al Dakar con el buen sabor de boca de Marruecos, donde se erigió en el primer coche eléctrico en acabar una prueba del Mundial. ¿Cuál fue la mejor lección que les dejó?
—Pensé que iba a ser más duro, que íbamos a encontrar más inconvenientes. Era un coche totalmente nuevo y revolucionario, pero nos sorprendió que no se paraba nunca. No tuvimos problemas de fiabilidad.
—En el caso de Gastón es un 2x1, porque ese coche necesita tanto un copiloto como un ingeniero. ¿Cierto?
—Él lo es. Gastón domina la parte mecánica, pero no tiene el mismo conocimiento que yo; y en la parte electrónica, yo aprendí de él. Fue muy sencillo: le dije: ‘A ver, Gastón, no quiero tener que llamarte por teléfono, así que te vienes a mi lado y evitamos intermediarios. Trabajamos juntos’. Aceptó el desafío. Y en Marruecos lo hizo espectacularmente bien, no nos perdimos en ninguna indicación del roadbook. Eso es especialmente importante para nosotros, que tenemos un problema de autonomía grande. No puedes hacer kilómetros de más; si los haces, estás perdido.
—A un piloto el cuerpo le pide correr, aquí no es posible...
—Como piloto siempre busqué ir rápido. Ahora no hay que correr, la clave aquí es saber gestionar que no hay que correr.
—¿La gestión de las baterías es el gran secreto?
—Las vamos conociendo poco a poco. En Marruecos hicimos muchos estudios; calculábamos hacer 300 kilómetros, pero ya en pista, cambian las condiciones, los terrenos, los desniveles... A medida que gestionamos la carrera le sacamos el jugo a esas baterías. Hicimos más de 3.000 kilómetros entre la carrera y los test.
—Y con ese aprendizaje, ¿se atreve a fechar un Dakar en el que el coche eléctrico pelee con los coches tradicionales?
—Para competir de igual a igual hacen falta de tres a cinco años de desarrollo de lo que es gestión de energía. No más. La gestión de la mecánica o motorización eléctrica están igual o mejor que un coche convencional. Pero en la energía aún estamos muy por detrás.
—Se dice que en el Dakar el gran rival es la carrera en sí. ¿En este caso lo es aún más?
—Más que nunca. El reto es demostrar que somos capaces de acabar etapas con un coche eléctrico. Si luego, la suma del buen trabajo nos lleva al final, será magnífico.
—La meta es el ‘Monumento a la Bandera’, en Rosario...
—¡Eso ya sería la leche, como dicen ustedes! La verdad es que estamos eternamente agradecidos a ACCIONA, no sólo por darnos esta oportunidad sino por apostar por este tipo de proyectos.