Hamilton: "¿Alonso y yo? Ya se vio en 2007"
El campeón del mundo y líder del campeonato habló con AS y respondió así a la pregunta de qué pasaría si el asturiano y él llevarán el mismo coche.
Sentado de medio lado en su sillón de la caseta de Mercedes, rodeado de gente que poco a poco va saliendo, Lewis Hamilton parece lo que es, una estrella universal del deporte en este mundo en el que todo ha de ser más de lo que parece. Y Hamilton es mucho. Genio loco. Por eso, quizá, anillos de oro rosa, reloj inmenso, tatuajes multiplicados, gorra de plato clásica y el móvil. Siempre el móvil. Empiece, me dice, mientras sigue tecleando. Y se hace el silencio. Su jefe de prensa insiste, cruzamos miradas. Deja el aparato. Y hablamos, de la vida, sus rivales, sobre todo Fernando Alonso, su coche, incluso de Fórmula 1. Con ustedes, Hamilton, uno de los más grandes de siempre.
—No sé si será esa imagen que se ha creado, pero últimamente se le ve con pinta de invencible, casi un aura de inmortal…
—No, no creo que sea invencible. Nada de eso.
—¿No me negará que está en el mejor momento de su carrera profesional?
—Seguro. Definitivamente estoy en la mejor etapa de mi carrera deportiva y es gracias a la gente que me rodea: mi equipo, mi familia, mis padres, mis hermanas, mi hermano, aquellos que me ha apoyado durante todos estos años. Esa es la clave de todo.
—Pensaba que la clave de todo ese éxito era el impresionante Mercedes que pilota. ¿Cree que si no fuera por ese monoplaza tendría todo lo demás? ¿Podría mantener esa vida tan impactante?
—No, el coche no es la clave de todo. Cuando Fernando ganó el Mundial el coche también fue un factor clave.
—Ya hablaremos de Alonso, tranquilo. No sé si el piloto español tuvo un monoplaza tan dominante como el suyo alguna vez, pero siempre le menciona…
—Bueno, si lo prefiere usted le digo cuando lo hizo Sebastian Vettel, también. El coche siempre es un factor importante en la F-1, eso está claro.
—Volvamos a su vida fuera de las carreras, ¿es ahora todo perfecto?
—No, no lo es. Vivo de manera diferente a otros pilotos, soy una persona distinta a ellos, pero disfruto de mi vida. Trato de disfrutar de todos los aspectos de mi vida. Estoy muy orgulloso y soy muy afortunado por poder correr en Fórmula 1 y también hacer otras cosas y, además, seguir disputando carreras.
—Ya nadie dice que fue un error que abandonase McLaren para irse a Mercedes.
—Me da igual lo que dijesen y me da igual la gente que lo dijera. No soy de esa clase de personas, me tiene sin cuidado lo que pensara la gente entonces, no me río de ellos, pero es una buena sensación saber que tomé la decisión correcta. Entonces no me sentía pleno, no estaba realizado y ahora sí que lo estoy.
—Como le decía antes, tenemos que hablar de Alonso. ¿Cree que en su caso fue un error de Fernando dejar Ferrari para ir al proyecto de McLaren Honda?
—Son dos escenarios completamente diferentes. La gente dijo que era un error marcharme de McLaren, pero luego se demostró que no lo fue. Y ahora le digo que no soy quién para decir si la decisión de Fernando fue equivocada. Él fue el que tomó esa determinación, no yo, ni usted, ni los fans. Nadie. Es su decisión. Él tiene que valorar si ha sido un error o una necesidad de aprender, quizás…
—Una necesidad de aprender, interesante. El pasado año se habló de que Fernando podría llegar a Mercedes.
—Se dicen muchas cosas.
—¿Se imagina siendo compañero de equipo de Fernando en Mercedes?
—No veo por qué tendría que serlo.
—Mire, es cuestión de pilotos. Hay mucha gente que considera que Fernando y Hamilton son los mejores del mundo actualmente y verlos luchando con el mejor coche, que es el Mercedes, ahora mismo sería un sueño para mucha gente y algo muy bueno para este deporte, ¿no lo cree así?
—Quizá sí, pero esa es una pregunta que no tiene sentido ahora mismo.
—Se lo diré de otra forma. ¿Quién ganaría teniendo el mismo coche?
—Sólo he tenido el mismo coche que Fernando en 2007. Ya vio el resultado.
—Ambos son muy distintos desde aquel entonces.
—Yo he crecido, he madurado como persona en los últimos años, como debe ser. Entonces aún era un niño, inmaduro y no pude manejar todo como habría debido. Creo que he aprendido mucho.
—Aquel McLaren era muy distinto del monoplaza de ahora, aunque Fernando dice tener confianza en 2016.
—Veremos qué sucede.
—Usted ya dijo que no cree que sean competitivos.
—¿Eso dije? No es fácil que lo sean, pero en la F-1 nunca se puede decir nunca. No me gusta verles sufrir así, siento pena en las carreras que han hecho junto a los Manor y también por Jenson Button, que es un gran piloto. Espero que vuelvan a estar delante.
—Terminando la cuota española. ¿Qué piensa de la temporada de debut que está teniendo Carlos Sainz?
—No le he seguido detenidamente. No tengo una opinión formada.
—Ni le pregunto entonces por Roberto Merhi.
—Tampoco podría decirle.
—Volvamos a usted. Ahora que todo indica que es luz en su vida…
—No, no todo lo es.
—Digamos que lo parece.
—Sí, pero también este año en mi vida personal he tenido varios altibajos. Nada es siempre como parece.
—¿Qué momento de sombra recuerda?
—Ahhh. Mónaco es un momento. Hungría, también. Y como le digo en mi vida personal también ha tenido esos momentos durante esta temporada.
—¿La victoria cura?
—Es algo importante, no sé si diría tanto. Antes para mí el triunfo era solo ganar y eso ha cambiado, es la superación de las dificultades, hacer más de lo que se espera de uno, superar los malos momentos y volver para ganar.
—¿El triunfo es lo más importante de su vida?
—No, lo más importante de mi vida es mi familia. La felicidad. Correr en Fórmula 1 es parte de lo que soy. Me crea satisfacción, pero no felicidad.
—Esta temporada se han creado muchos mitos sobre usted. Alguien en el paddock me decía en el GP de Singapur que igual que Enzo Ferrari dijo que cuando un piloto es padre pierde un segundo por vuelta, hay una leyenda urbana que dice que usted gana dos décimas por cada uno de sus tatuajes. En fin…
—Las dos personas que han dicho esas dos frases han debido estar fumando algo.
—Quién sabe… Siguiendo con leyendas, ahora reales. Este año ha empatado y ahora puede superar a Ayrton Senna en victorias. Eso sí es un sueño…
—Nunca pensé que podría lograrlo. Siempre ha sido mi sueño hacer algo similar a lo que Ayrton logró en F-1. Pensar que estoy casi a su altura… es algo increíble realmente. Estoy muy satisfecho por ello.
—¿La F-1 es un deporte, un negocio, un espectáculo?
—Es un deporte.
—¿Sin duda?
—Claro, es un deporte, eso es la base de todo.
—¿Tiene miedo de algo?
—Umm, creo que no le tengo miedo a nada en especial.
—Suerte, Lewis. Por si algún día la necesita.
—Gracias.