México luce el circuito al que sólo Monza bate en velocidad
"Me gustó. Me emocioné muchísimo en el coche", afirmó Sergio Pérez, que dio tres vueltas al escenario del GP de México el 1 de noviembre.
Sergio Pérez se subió al monoplaza. Eran tan sólo una prueba, la manera de comprobar de cerca cómo es ese trazado, el agarre del asfalto, pero Checo se bajó emocionado. Son las sensaciones lógicas en quien está cerca de disputar un GP de Fórmula 1 en su propio país. Y es que el Autódromo Hermanos Rodríguez celebró su reinauguración, con el GP de México a la vuelta de la esquina. En tan sólo un mes.
Por allí estaba también Emerson Fittipaldi, un gran número de personalidades que acaricia la realidad de ese sueño, el volver a ver a los mejores pilotos del mundo allí, en México DF. Un nuevo trazado con una longitud de 4,3 kilómetros y con una recta principal de 1.302 metros que permitirá rivalizar con la velocidad punta de Monza. “Tiene una recta muy larga, también una combinación de curvas muy rápidas y muy lentas, y eso va a ser muy bueno para tener una carrera donde se puedan ver adelantamientos. Esta combinación es muy importante para la carga aerodinámica y el balance mecánico que puedas tener. Me gustó. Me emocioné muchísimo en el coche", explicó el piloto mexicano de Force India.
Hay cosas que cambian respecto al anterior trazado, aquel en el que Nigel Mansell venció en 1992, como por ejemplo la remodelación de las míticas eses (una zona que encadena hasta seis curvas a izquierda y derecha) y la curva Peraltada, en la que se utiliza sólo el 50% del recorrido de la histórica curva para realizar una gestión de pilotaje más técnica que atraviesa por el estadio de béisbol Foro Sol.