El pinchazo a la radio de Alonso lo decidió la televisión
Las comunicaciones entre piloto y equipo son abiertas y accesibles para la FIA y la señal internacional de televisión. La FOM, que gestiona la F-1, elige las que se hacen públicas.
Las radios las carga el diablo, podría decirse. Porque las palabras de Fernando Alonso a su ingeniero durante el GP de Japón bastaron para agitar las aguas en McLaren. Aún más. “Es como pilotar sobre hielo. Me pasan en las rectas como si fuera un GP2, es vergonzoso. GP2, GP2, llevamos un motor de GP2. Ahggg”. Y Ron Dennis dijo más tarde: “Quizá Alonso se pudo expresar mejor”. Pero, se expresara mejor o peor, ¿por qué unas comunicaciones por radio trascienden y otras no?
El artículo 8.7 del Reglamento Técnico de la F-1 deja claro que “todas las comunicaciones deben ser abiertas y accesibles tanto para la FIA como para la señal de televisión”. Los responsables de la retransmisión internacional (la señal televisiva de todos los grandes premios, excepto Mónaco, corresponde a la FOM, empresa que gestiona el campeonato y que la distribuye posteriormente) son quienes deciden qué conversaciones hacer públicas.
Comunicaciones que llegan con aproximadamente un minuto de diferido. “El problema con la radio es que mi mensaje no va dirigido a los aficionados, sino al equipo. Es una pena que la realización elija los mensajes que quiere, ya que pueden interpretarse en un sentido erróneo”, dijo en su día Button. “El 80% del tiempo que dura una carrera, los pilotos están hablando con sus ingenieros”, afirma Mateo Giusti, uno de los ingenieros de Riedel, socio tecnológico de la F-1 que facilita las comunicaciones.
No es la primera vez que las quejas de Alonso salen al aire este año. En junio, en Montreal, ya dijo: “¡No, no quiero seguir pilotando así, parezco un amateur!”. Respondía a su ingeniero, que le pedía reducir el ritmo para ahorrar gasolina. Que no corriera mucho, que es como pedirle a Djokovic que las tire todas a la red.