Ya está aquí. La versión renovada del Peugeot 2008 DKR, con la que la marca francesa pretende aspirar con plenas garantías al título en el Dakar 2016. Un coche más largo, más ancho, mejor en definitiva, con un motor más potente. Un buggy superior con el que Carlos Sainz, Stéphane Peterhansel y Cyril Despres, a la espera del ansiado sí de Sébastien Loeb, tratarán de poner fin a la supremacía de Mini en el mundo de los raids.

El Peugeot 2008 DKR gana en aerodinámica, el capó y la toma de aire reflejan ese nuevo maquillaje. Aumenta la distancia entre ejes, clave para que el coche gane en estabilidad, aspecto que se convirtió en un auténtico quebradero de cabeza en el camino de pruebas hacia el último Dakar.

Peugeot saca pecho. Está convencido de que esta nueva joya, que mejora las suspensiones o la distribución de pesos respecto al modelo de 2015, que se mueve con un motor V6 de doble turbo diésel de 3.0 litros más potente, permitirá a su Dream Team de pilotos aspirar al título en el Dakar que se disputa entre el 3 y el 16 de enero de 2016 entre Buenos Aires y Rosario.

"No hay un gran cambio que hemos hecho en nuestro coche: en cambio, sino que ha habido una serie de pequeñas evoluciones en diferentes áreas, que esperemos que en conjunto ofrezca una mejora general importante. Las áreas en las que nos hemos concentrado han sido la carrocería y la aerodinámica, así como el motor y las suspensiones", comenta Bruno Famin, el director de Peugeot Sport. El resultado de esos cambios podremos comprobarlo en breve, en el Rally de Marruecos de principios de octubre en cuya línea de salida deben estar Lucas Cruz y Carlos Sainz. "Hemos estado probando el coche en los test y el coche se ha comportado muy bien. Su potencial es mayor, mucho mayor que la versión del pasado año y la fibalidad también ha mejorado. Soy optimista", afirma el madrileño.