Terol vuelve a la competición con un buen quinto en Jerez
"El viernes estaba ayudando a mi padre a arreglar el tejado de casa y me llamaron para sustituir a Cluzel, así que estoy muy contento", asegura Nico.
Eso sí, el valenciano, campeón del mundo de 125cc en 2011 y ganador de tres carreras en Moto2, es consciente de que tiene margen de mejora, si le dejan: "Aún no sé si haré yo también las dos carreras que faltan en el campeonato, la de Francia y Qatar, porque en el equipo me han dicho que tienen que hablar con los jefes de MV Agusta al volver a Italia para tomar la decisión. Han acabado contentísimos conmigo y yo con ellos, porque les considero un equipo muy profesional y humano. Resulta que hasta mi técnico se llama como yo, Nico, así que mejor no podía estar". A nivel de pilotaje, Terol reconoce que "siempre es difícil coger una moto de menor cilindrada a la que estás acostumbrado. Yo venía de una 1.000cc y con la 600cc he notado que la paraba demasiado y me faltaba paso por curva, porque estaba acostumbrado a tener más motor en la salida. Pero he ido a más en los dos días que he acabado rodando y he terminado con el mejor crono en el T3, además de estar a sólo dos décimas de la vuelta rápida. En carrera me penalizó salir tan atrás, el undécimo, pero fui agresivo en las primeras vueltas aunque luego lo pasé peor cuando se vinieron abajo los neumáticos, porque no estoy acostumbrado a rodar así con esta moto".
Nico ha notado la inactividad, como no podía ser de otro modo después de cuatro meses, y contaba con gracia antes de irse a la cama: "Ahora estoy con agujetas, como un abuelo, pero es normal después de cuatro meses sin correr. Si me dan la oportunidad de ir a las dos carreras finales, lo haré con el objetivo de pelear por el podio". Clase para ello le sobra.