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MOTOGP

La magia de Kevin Schwantz ya tiene su estrella en Jerez

"Es uno de los circuitos más espectaculares para cualquier piloto", dijo el texano al descubrir la 14ª placa del Paseo de la Fama del Motociclismo.

Madrid
Schwantz, en el Paseo de la Fama de Jerez.
SICFOTÓGRAFOS.COMDIARIO AS

Un pajarito se posó en una estrella. Y luego habló: "Es un honor estar de nuevo en Jerez para descubrir la placa, una ciudad volcada con el motociclismo”. Tan volcada como lo está él, Kevin 'Pajarito' Schwantz (Houston, 19-6-1964), como lo estaba cuando a mediados de los años 90 ponía en pie al circuito andaluz con sus apuradas de frenada, como lo sigue estando porque el texano vive sobre dos ruedas... aunque simplemente camine. Schwantz disfruta desde hoy de la 14ª estrella del Paseo de la Fama del Motociclismo de Jerez. Una ruta de campeones que supone una de las actividades conmemorativas de ‘Jerez, Capital Mundial del Motociclismo 2015’, el reconocimiento otorgado por la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) a la ciudad andaluza el pasado mes de noviembre.

Schwantz, campeón del mundo de 500cc en 1993, estuvo acompañado por el primer teniente de alcalde en funciones y coordinador de Jerez Capital Mundial del Motociclismo, Antonio Saldaña, también de representantes de la Mesa de Turismo, así como de la Comisión Organizadora de Jerez Capital Mundial del Motociclismo, del director del Circuito, Juan Baquero, y del presidente del Consejo Regulador, Beltrán Domecq. Fue Saldaña quien ensalzó la fidelidad de Kevin con una marca, de la capacidad de despertar admiración pese a no contar con el mejor palmarés: "Es el piloto del más con menos, de la fidelidad a Suzuki por encima de todo y de la mejor frenada del mundo conocida. A partir de ahora el corazón de uno de los grandes estará en Jerez”.

Schwantz, que volverá a Jerez entre el 19 y el 21 de junio para participar en el World Bike GP Legend, califico al circuito andaluz como “uno de los más espectaculares para cualquier piloto de carreras” y, tras descubrir su estrella, imprimió sus manos en el ‘Monumento de la Fama’ y firmó una bota en la bodega San Ginés del Consejo Regulador.

Y allí acabó el protocolo, con Schwantz recibiendo el calor en temperatura (33 grados) y cariño, con numerosos aficionados acercándose a ese piloto texano que maravilló subido en una Suzuki. ¿Qué habría pensado si el 2 de mayo de 1993 le hubieran dicho que 22 años después iba a vivir una jornada así? ¿Si al bajarse del podio en el que le acompañaron Wayne Rainey y Crivillé le hubieran hablado de esa estrella que desde hoy ya luce en Jerez?