Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

FÓRMULA E

Alguersuari: “La F-1 es una exnovia que tienes que olvidar”

El piloto español compite con Virgin en el estreno de la Fórmula E, “la mejor salida” en un mundo del motor “que está peor que nunca”.

Madrid
Alguersuari, la baza española en la Fórmula E.
Adam WarnerFORMULA E

—Al borde de este mar (Montecarlo) que ha conocido con la Fórmula 1. ¿Cómo va la aventura en la Fórmula E?

—No ha sido el inicio de temporada que esperábamos porque hemos tenido muchos problemas técnicos, aún no hemos podido hacer una carrera limpia. Poco a poco los ingenieros y todo el equipo vamos entendiendo cómo ser eficientes, porque aquí no hablamos sólo de ser rápidos. Un desafío completamente nuevo.

—Hay que supeditarse a la eficiencia, a esa tecnología, ¿pero disfruta realmente con este coche?

—Es distinto. Partiendo del neumático, utilizamos uno estándar, de calle, con el mismo compuesto para todo el fin de semana y un perfil muy bajo, eso hace que cojamos menos los pianos, que podamos atacar menos, que tengamos una conducción un poco más... normal. Más formal.

—¿Cuesta esa formalidad?

—Sí. Pasas de conducir un F-1, con un neumático que se lo come todo, con el que puedes entrar como quieras. Después tenemos el coche, más pesado y menos aerodinámico, lo que lo hace más difícil de llevar. Y la parte de la potencia, que obviamente es eléctrica. Por eso es importante la regularidad, no puedes conducir a tope y agotar la energía. No es un pilotaje ni mejor ni peor sino distinto. Es virar hacia un futuro, un cambio.

—Ustedes son, en el buen sentido de la palabra, como cobayas. Pilotos en un proyecto, en una apuesta de futuro como esta. ¿Qué siente?

—Yo creo en la Fórmula E. Es un proyecto de futuro, pero somos pilotos profesionales y estamos en él. Tenemos que pagar nuestras facturas a final de mes y en F-1 no las podemos pagar, porque ya sabe todo el mundo cuál es la situación actual. El mundo del motor, que está peor que nunca, debía tener una salida para los pilotos profesionales.

—Pero la puerta de la F-1, ¿deja uno la pierna para que no se cierre completamente?

—No... y fue mi error, lo reconozco. Fue mi error seguir pensando que volvería a la F-1, seguir soñando cuando algunos equipos me decían que estaba hecho y al final sólo querían dinero, y fue un error haber creído en la épica del motor y considerar que la F-1 es un deporte. Y ahora lo veo y creo que me tenía que haber centrado más en las carreras de resistencia, por ejemplo, en otros campeonatos, cuando aún estaba fresco de la F-1. Firmé lo de piloto probador de Pirelli porque pensé que sería importante para los equipos, para evolucionar los neumáticos, veníamos de una gran temporada, creo que aún tenemos el récord de puntos en Toro Rosso... Es fácil decirlo ahora, pero en aquel momento estaba convencido de lo contrario, me veía en activo y creía que volvería a la F-1. Y tuve el papel, pero pensaba que era un deporte y no lo es. Pero no sólo para mí, sino para muchos pilotos y patrocinadores, y por eso no quiero estar relacionado con todo eso.

—¿Eso es real, no desearía volver a la F-1?

—Sí. Incluso, si mañana mismo encontrara un patrocinador, que ya ni me vuelvo loco en buscarlo, si lo encontrara y tuviera el dinero para volver a la Fórmula 1, me estaría engañando a mí mismo, porque sabría que dependería de ese patrocinador y que el día que no lo tuviera estaría fuera. Y otra vez, ¿cómo pago las facturas a final de mes? Quiero un trabajo estable donde pueda crecer, donde crean en mí, donde pueda, de alguna manera, liderar un proyecto y sentirme útil, no un trozo más del mapa.

—Entristece ver a un joven tan desencantado...

—Mire, yo tengo 25 años, he llegado a la F-1, he visto lo que hay, he tenido en las manos un coche para estar entre los diez primeros, y sé que el que estaba primero y el que estaba segundo tenían 150 puntos más de carga aerodinámica que yo, y lo que hace pasar de un superhéroe a un piloto mediocre, que es lo que ve la gente, son simplemente 150 puntos de carga. ¡Claro que hay diferencia entre pilotos, pero por favor, no estamos hablando de motociclismo, no hablamos de golf, de atletismo, no hablamos de un deporte normal y corriente! Soy realista. Soy un chico cuya máxima pasión es trabajar, me encanta hacer música en casa y doy el 100% en todo lo que hago en la vida. No estoy diciendo que sea el mejor de los mejores, ni muchísimo menos, pero sí que sé que lo hago todo lo mejor que sé, al máximo de mis prestaciones. No me engaño, antes probablemente sí, y seguía pensando que la F-1 era un mundo épico, cuando yo veía a Michael Schumacher y a Fernando Alonso, cuando yo estaba en Red Bull y los veía ganar Mundiales, yo soñaba con ese deporte. Pero me engañé y ahora ya es tarde, han pasado muchas oportunidades. Obviamente tengo una espina clavada con todo lo que sucedió y ahora veo las carreras de Fórmula 1, y la Fórmula 1 es como una exnovia de la que te tienes que olvidar. La verdad es que es decepcionante hablar así de un mundo que he amado tanto.

—Es decir, que cuando ahora duerme sueña con música y no con coches...

—Sí, es lo único que me hace seguir adelante, vivir cosas distintas. Soy una enamorado de conducir, de los coches, pero hacer música es lo que ahora mismo más llena mi vida. Donde me siento más libre. Me encierro en el estudio, nadie me ve, nadie me escucha, y soy yo ante un ordenador donde puedo sacar los sonidos que me llenan. Me ayuda cuando estoy triste y cuando estoy contento. No quiero seguir engañándome, yo no trabajo por dinero, yo quiero vivir esta vida al cien por cien, porque desafortunadamente, es un deporte de riesgo, nuestro pobre amigo Jules (Bianchi) está luchando por su vida, cosas que nadie hubiera pensado nunca... ¿Qué es la vida, qué es el dinero? Y por eso soy un romántico, sigo pensando que la F-1 en los 80 o en los 90 era un deporte de verdad, o era un deporte distinto, seguro que tendría sus cosas como en todos lados, pero era otro deporte al actual.

—Pero cuando ahora ve las carreras de F-1, no sé si la mirada se le sigue yendo hacia ese coche azul con toro rojo pintado en su chasis...

—Ahora no las veo...

—No me lo creo...

—Sí, ahora ya no las veo. Y si soy sincero, mi etapa de comentarista en Movistar TV, donde me trataron genial y obviamente les deseo lo mejor, no la llevé bien. Porque psicológicamente para mí era duro, era duro mentir, vivir de algo que sabías que no era cierto. Obviamente, y volviendo a la pregunta, antes sí que miraba lo que hacían los Toro Rosso, he visto que han mejorado mucho el coche, que tienen más dinero, han comprado más terreno en Faenza, tienen más ingenieros, y ahora es un equipo más grande y para estar entre los diez primeros. Y lo único que quiero y deseo es la máxima suerte a Carlos (Sainz), porque cuando yo corría Inter A en España él empezó con cadete y es un chaval que, aparte de que tiene un talento increíble, creo que tiene todo para llegar, tiene la oportunidad, el coche, el talento, tiene que utilizar la cabeza y estoy seguro de que algún día puede ser campeón del mundo.

—De Alonso, ¿ni hablamos?

—Bueno, respecto a Fernando, sé que ha habido mucha polémica sobre el cambio de equipo, que si ahora se ve como un error dejar Ferrari, pero yo creo que no. Cuando estás en un sitio en el que no te basta un segundo y un tercero, y quieres volver a ganar, pues quieres probar algo distinto. Y sobre todo cuando ves que Honda entra en la F-1, con toda su potencia, pues entonces decides cambiar de aires. Yo, si hubiera estado en su situación, seguro que habría intentado un cambio en mi vida. En un Ferrari, obviamente habría podio ganar alguna carrera, pero se trata más de la sensación de que quieres volver a dominar. Y entonces hay que apostar fuerte. Como Alonso. En la vida hay que arriesgar.