AUTOMOVILISMO
De Castro: “Para ser un buen técnico hay que saber de todo”
El ‘alma máter’ de Drivex, explica su curso de especialización en mecánica de competición, opción para poder trabajar en un equipo de carreras.
Formación, visión global y polivalencia. Tres aspectos fundamentales para la competición de motor que en Drivex tienen muy en cuenta. La organización que crearon Miguel Ángel de Castro y Pedro de la Rosa para trasladar su experiencia en alta competición a la organización de eventos, cursos de conducción y la participación como equipo de GT, F-3 y copas monomarca, tiene un curso para convertirse en técnico de competición automovilística. Un programa destinado a ingenieros y mecánicos, pero no exclusivo para ellos, que sirva de puente para unir la ilusión y ambición de trabajar en la competición con un equipo de carreras.
“Para ser un buen técnico de competición hay que saber de todo. Por eso en Drivex les damos formación mecánica, como ingeniero de competición y como piloto. Y practican las tres materias. Cursos de conducción, comparación de telemetría, aprendizaje de descarga y adquisición de datos... así valoran lo que es pilotar un coche de carreras. Ser polivalente es vital para optar a un trabajo. Es un mundo duro y hay que tener ganas, actitud y alta cualificación”, afirma De Castro, ‘alma máter’ de Drivex.
El abulense define lo que buscan en sus alumnos, pero... ¿por qué surge el curso? “Hay más equipos de competición españoles, compitiendo también fuera, que mecánicos cualificados para poder cubrirlos. Esa fue una razón, otra era generar formación a nivel equipo. Entre mecánicos, ingenieros y pilotos hay una escala de valores que a veces provoca desastres. No entienden las peticiones de los otros, hablan idiomas distintos, y la manera de que se adapten y respeten mejor es que conozcan de primera mano el trabajo del resto, ponerse en su piel. Por eso en nuestro curso hay un poco de todo. El ingeniero debe saber, por ejemplo, lo difícil que es sacar un cambio en un GT”.
Para acceder al curso no es necesaria una formación previa concreta, aunque el 30% son ingenieros y el 60% mecánicos. El 10% restante son expilotos, jefes de taller... Eso sí, De Castro asegura: “No son necesarios conocimientos técnicos brutales, pero sí es fundamental actitud para que con la formación recibida se busquen la vida en la competición. Tenemos un cupo máximo de 22 al año y si alguno nos ralentiza, afecta a todos, y eso sí sería un problema. De todas formas, además del curso completo se pueden hacer módulos concretos”.
Una oportunidad de poder trabajar en el mundo de la competición de motor ya que “la gran mayoría de los que enviamos de prácticas a un equipo se quedan. Por cualificación y actitud”. El curso, de septiembre a junio, en horario de lunes a jueves de 16:00 a 20:00, y un coste de 8.500 euros más IVA, comprende once módulos con 700 horas formativas (la mitad, clases prácticas). ¿El lugar? Alcalá de Henares, “excepto el tema de fibras que lo hacemos en MotorLand con Magma, el área de aerodinámica en el túnel del viento del INTA y un tema específico de motores”.