Las apuestas también alejan a Fernando Alonso del título

Un accidente en un test, ausencia obligada en la primera carrera del Mundial y un McLaren que no ofrece las prestaciones deseadas en los entrenamientos de pretemporada. Esos tres datos bastan para que el internauta se lo piense detenidamente antes de invertir un solo euro en la candidatura al título de Fernando Alonso. Cotiza séptimo para ser campeón. No es este el mejor marzo que recordamos.

El favoritismo de los pilotos de Mercedes, Lewis Hamilton y Nico Rosberg, se refuerza aún más pues el W06 parece venir con más hambre incluso que su hermano de 2014. Pero lo que verdaderamente sorprende es que otros cuatro pilotos se hayan colado entre el tándem de la estrella y nuestro bicampeón mundial: Sebastian Vettel, Daniel Ricciardo, Kimi Raikkonen y Valtteri Bottas. Es decir, campeones de la F-1 (Hamilton, Vettel o Raikkonen), subcampeones como Rosberg o savia nueva que nos llega desde Australia (Ricciardo) o Finlandia (Bottas). Un panorama notablemente diferente al del pasado diciembre, cuando tras el anuncio del fichaje de Alonso por McLaren, el piloto asturiano figuraba como el primero de los candidatos a tratar de poner en cuestión el dominio de Mercedes.

Ni siquiera las palabras de Hamilton animan las casas de apuestas. “Tener competición dentro de un mismo equipo es interesante pero es diferente que cuando luchas contra otros rivales de distintos equipos, es positivo vencer al de tu equipo y al de otro equipo. Es más emocionante cuando compites contra otro equipo. Crecí viendo la Fórmula 1 y creo que es más excitante cuando dos equipos distintos luchan por el campeonato. Es más divertido”, comenta Lewis.

Pero la ecuación a despejar ahora es qué equipo está capacitado para dar ese paso adelante. Y es ahí donde el invierno ha parecido servir de bálsamo a la dolorosa racha de desaciertos en Ferrari. La Scuderia cotiza 21 a 1 para llevarse el título de constructores. Y detrás vienen Williams o Red Bull. Pero mucho tendrá que correr el SF15-T para plantar batalla al Mercedes, cuyo título casi ni se paga: 1.062 a 1. En su caso, los euros pueden seguir en el bolsillo.