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Motociclismo | MotoGP

Veinte temporadas... y las que nos quedan de Valentino Rossi

‘El Doctor’ lleva ya dos décadas en el Mundial y AS homenajea con su Chaleco Oficial a un piloto que, para numerosos aficionados, es el más grande de todos los tiempos.

Rossi logró su primera victoria en el GP de la República Checa de 1996, en la carrera de 125cc disputada el 18 de agosto, y la última, el pasado 19 de octubre en la prueba de Australia de MotoGP, la que hacía la número 108 de su deslumbrante palmarés. Entre la primera y la última pasaron 18 años y 62 días, lo que supone la secuencia más grande entre la primera y la última victoria de cualquier piloto en toda la historia del Mundial. Impresionante.
Reuters

Siempre se dice que comparar épocas es complicado, en cualquier deporte, y que puede provocar injusticias, pero asegurar que Valentino Rossi es el piloto más grande de la historia para numerosos aficionados de todo el planeta es un hecho más que una opinión. El italiano de 36 años, cumplidos el pasado 16 de febrero, ha elevado la dimensión de su deporte a cotas desconocidas hasta su llegada y con la de 2015, que arrancará el 29 de marzo en Qatar, serán ya veinte temporadas las que lleve en la brecha, y las que nos quedan por disfrutar, porque tiene dos años de contrato más con Yamaha...

Por eso AS homenajea a un piloto de leyenda, pero que sigue en activo y con ganas de dar mucha guerra, con la venta de su Chaleco Oficial, a partir de la cartilla que se podrá adquirir con la edición de mañana. El 46 luce en esa prenda, por delante y por detrás, con el brillo con el que ha lucido siempre en todas las motos mundialistas que ha pilotado el de Tavullia. Ya fuera en la Aprilia 125cc con la que debutó en el circuito malayo de Shah Alam, el 31 de marzo de 1996 con un prometedor sexto puesto, o en la también Aprilia de 250cc y en todas y cada una de las motos de la clase reina que ha pilotado: la Honda 500cc y las Honda, Yamaha y Ducati de MotoGP.

Pudo cambiar el 46 por el 1 de campeón seis veces en la clase reina (en las otras no porque a los dos títulos conseguidos les siguió el salto), pero siempre prefirió ser fiel a ese dorsal que le cogió cariño por ser el que llevaba su padre, Graziano, cuando corría en el cuarto de litro, con tres victorias, dos segundos y dos terceros en su haber, y también porque lo llevaba un piloto japonés del que quedó prendado viendo una carrera por la tele y cuyo nombre nunca recuerda.

Ese dorsal y el amarillo son parte inseparable de la estética del nueve veces campeón del mundo (una de 125cc, una de 250cc, una de 500cc y seis de MotoGP), y al mismo tiempo los elementos que siempre predominan en los circuitos que visita el Mundial.

La ‘Rossimanía’ es una realidad cuya vigencia tiene aún más mérito al recordar que su último título data de 2009 y que, con o sin el décimo que aún persigue, sigue siendo el más grande para muchos.

Momentos de la clase reina

Arrollador. Debuta en 500cc un año antes con el subcampeonato y sólo uno después se corona campeón con Honda, ganando de manera consecutiva en 2001, 2002 y 2003. Celebraciones. Sus formas de celebrar siempre han dado que hablar y en Brno 03 se disfraza de prisionero y se pone a picar piedra con una bola de reo, para exteriorizar que se siente prisionero de sus resultados. La victoria. Entre las 108 victorias que acumula, Rossi destaca como la más importante la de Welkom 04, la de su primera carrera con Yamaha, tras dejar Honda para demostrar que la diferencia la marca él. Gallina vieja. En la celebración de su último título (2009), se puso una camiseta con la leyenda gallina vieja hace buen caldo, en referencia a que era un treintañero frente a veinteañeros. Así sigue peleando.