Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

Superbikes

“Llegas a pensar que se te ha olvidado pilotar una moto”

Tras su complicado 2014 en Moto2, Nico Terol afronta con gran ilusión su nueva aventura en el Althea Racing de SBK: “Después de un año duro tengo ganas de ganar".

Nico Terol.
SICFOTOGRAFOS.COM

Fue el último campeón mundial de 125cc, en 2011, pero en 2014 vivió un “año terrible” en Moto2 que le ha llevado a probar suerte en SBK. Nico Terol (Alcoy, 27-9-1988) es uno de los seis españoles en un Mundial que arranca el próximo fin de semana en Australia.

—Empieza un nuevo viaje en su carrera. ¿El que más ilusionaba tras lo sucedido en 2014?

—Sí, necesitaba un cambio, tras un 2013 con victorias, en 2014 esperaba mucho más, pero no me acoplé a la moto. Necesitaba nuevas motivaciones. Superbike es un campeonato que sigo desde pequeño y me gusta mucho. Para lo poco que hemos podido entrenar, vamos en progresión y nos acercamos a los de delante.

—Cambia la Altea de su Alicante natal por la Althea que da nombre al equipo. ¿Cómo ve la nueva estructura?

—Las sensaciones con el equipo son muy buenas, son una familia, y muy profesionales, campeones con Carlos Checa.

—Y ahora con la sombra de Dall’Igna (jefe de Ducati)...

—Con Gigi tengo muy buena relación, fui campeón del mundo con su moto en 125cc, con la Aprilia RSA, y ahora vuelvo a sus filas con Ducati. Estoy muy agradecido por lo que está haciendo y por su apoyo. Y en cuanto al campeonato, parece que entre los pilotos hay más buen rollo, quizá en MotoGP íbamos cada uno más a nuestro aire, también lo entiendo porque hay mucha gente. Este parece un poquito más familiar.

—En el camino que ahora toma cambia incluso de ‘zapatos’: los neumáticos Dunlop por los Pirelli. ¿Diferencias?

—Con los Pirelli, nada más subirte a la moto, la sensación es más fácil, es más blando y sientes más agarre. Pero al ser más blandos caen más rápido y tienes que saber dosificarlos en carrera. En la frenada aún me falta entrar con el freno más dentro, con este neumático se puede frenar hasta muy dentro. En Moto2 era más complicado con los Dunlop. No había goma de calificación, aquí es para una vuelta y tan blando que hace tiempos estratosféricos.

—La Panigale se le atragantó a Checa. ¿Ha mejorado?

—Me parece una moto fácil, que transmite mucho, ya sabemos que el chasis de la Ducati es peculiar pero va muy bien, y lo que me voy encontrando son cosas positivas. Tiene mucha más potencia, más caballos, hay que aprender a confiar en la electrónica y me falta saber exprimir bien los neumáticos. Tengo mucho margen de mejora y la moto, mucho potencial.

—Todos son mensajes positivos cara a un Mundial con seis españoles. ¿Tan atractivo es?

—Sin duda. Creo que en España no acaba de verse mucho, pero son carreras muy disputadas, dos mangas por día, así que tienes doble distracción. Es bueno que haya más españoles, eso quiere decir que el campeonato está en ascenso.

—Pese a esa ilusión, hay que echar la vista atrás, a su complicado 2014. ¿Moto2 se había convertido en una cárcel?

—Sí, es tan duro que llegas a pensar que se te haya olvidado ir en moto. Te dices, ‘el año pasado acabé ganando en Cheste, a gran nivel, y ahora de golpe me cuesta tanto...’. Desde pretemporada empecé a perder confianza, no me gustaba el nuevo chasis de Suter, sufrí caídas, y eso me hizo perder seguridad. No salía del hoyo. A veces bajaba mareado de la moto por la tensión. Se juntó todo, se hizo una pelota y pasé un año terrible. Pero de los momentos duros se aprende y se sale reforzado.

—Dice adiós a Aspar, con quien debutó en el CEV y fue campeón del mundo en 125cc.

—Para mí ha sido un orgullo. Fueron años muy bonitos, el último es cierto que más difícil de lo que nos hubiera gustado, pero nos ayudamos mutuamente. Fue una experiencia feliz.

—Mirando de reojo al Mundial de MotoGP, ¿se atreve a hacer una ‘porra’ de quién será campeón en cada categoría?

—En MotoGP, Marc. A ver... Valentino lo está haciendo muy bien, me alegro muchísimo, lo que está consiguiendo es inexplicable, pero creo que Marc está un puntito por encima. En Moto2 la cosa está difícil. Tito está a un nivel increíble, es el más completo, pero Zarco puede dar el campanazo este año. Y en Moto3, ¡uhhh, difícil! El equipo Ajo, pero jugándomela mucho porque veo que va muy rápido, diría que Quartararo. Es muy complicado, porque debuta, pero podría ser. Tiene mucho talento y Moto3 es una categoría que lo iguala todo.

—Y la última, obligada. ¿Cuál es el objetivo real de Nico Terol en su estreno en SBK?

—Ahora mismo estoy un poco verde porque he rodado poco y no sé dónde voy a estar. Tienes esa intriga, a ver si puedo empezar en Australia en el To-10. Si luego me encuentro ahí delante, pues sería la bomba. Voy a tener que aprender muchas cosas y mi objetivo es estar lo más arriba posible. Tras un año tan duro como 2014 tengo ganas de volver a saborear el champán en el podio.