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DAKAR

Coma: “Todos los retos son muy bonitos, hay que pensarlo bien”

El cinco veces ganador en motos ha disfrutado del cariño de sus vecinos en Avià, dejando claro que no ha tomado una decisión sobre su futuro.

Madrid
Marc, junto a su mujer, Queralt, y su hijo, Luis, escoltado por los vecinos de Avià.
Susanna SáezEFE

Marc Coma ha logrado su sueño de la quinta victoria en el Dakar de motos y ahora sólo anhela uno mucho más simple, menos ambicioso: unas vacaciones. Tras su triunfo en una edición 2015 que ha sido calificada de forma unánime por sus protagonistas como muy dura, el catalán lleva otra semana intensa de compromisos. Y ha tenido el último (quizá el penúltimo, nunca se sabe) con su allegados, sus familiares, amigos y seguidores en Avià, la pequeña localidad barcelonesa en la que nació y aún vive.

Y sus paisanos respondieron como merecía la ocasión, con una multitudinaria presencia para reconocer la gesta de quien ya es hijo predilecto del pueblo desde el pasado año. A su lado, siempre, Queralt, su mujer, y su hijo de tres años, Luis, del que el piloto dice que ya comienza a echarle de menos cuando se va de viaje.

Porque Marc Coma viaja mucho... y puede que lo tenga que hacer aún más a partir de este año y si decide dar el salto a los coches. Y ésa es la clave, que primero debe aclarar sus ideas en esos esperados días de descanso de los que ahora quiere disfrutar: “Debo madurar qué camino voy a tomar en el futuro, es algo muy importante en mi carrera deportiva. Todos los retos son muy bonitos. Tanto intentar igualar a Peterhansel (sus seis títulos en motos) como dar el salto a las cuatro ruedas. Como todo me hace ilusión, necesito tiempo para valorarlo muy bien, tranquilamente con toda mi gente”.

Dudas razonables, seguro, que deja macerar disfrutando por ahora de esa manita de triunfos que no se cansa de enseñar: “Cuando consigues ganar un Dakar tan duro y abierto como éste, el triunfo tiene mejor sabor. Me he encontrado muy bien, el físico me ha acompañado incluso en altura que es donde más sufría. Por eso estoy muy orgulloso y contento de lo que he logrado”.

No es para menos y su gente lo sabe y lo celebra. Saben que tener un vecino tan ilustre es sólo consecuencia del trabajo de toda una vida, le han visto desde chaval subido en una moto y peleando por llegar a ser el mejor. Ahora lo ha conseguido, así que toca estar también a su lado.