Rosberg consigue la pole y Fernando Alonso saldrá octavo

Entre la ironía y la desesperación. Un quejido. “Ay Ay ay ay, ¿por qué tengo que salir a una clasificación con las baterías bajas? ¿cómo puede ser?”. Alonso, primera fase de la sesión. Ya en los últimos libres había estado más de diez minutos fuera del coche por problemas con las baterías. El coche nunca fue bien aquí. ¿Novedad? No. Una más. El Ferrari sólo ha estado perfecto en la carrera de Hungría y la de China, en el resto ha tenido siempre alguna cosa. Alguna cosa. Y nunca ha llegado a ser competitivo. Cero victorias para la despedida. Una pena. Dos podios. Cero poles. Por supuesto.

Porque suele pasar que si Alonso sale primero gana. Eso distingue a los genios de los pilotos muy buenos, a los que hacen época de los que solo tienen una oportunidad, a los que son capaces de conseguir un contrato impresionante pese a no ganar desde hace ocho años de los que deben dejar sitio. La diferencia. Ahí, en ese club de los que entran en todas las fiestas sin pulsera, está también un británico, aquel que compartió equipo y tantas cosas con el asturiano en 2007. Otro universo. El olvido. Mejor. Porque eso es lo que hace que todo sea distinto. La carrera.

Un animal de carreras. Eso es lo que se exige a un campeón del mundo. Un piloto capaz de salir quinto y ganar el gran premio. Por ejemplo. Nico Rosberg logró su décima pole en Interlagos, antes de ésta había salido nueve veces desde el primer lugar de la parrilla. Ha logrado cuatro victorias. Su compañero Lewis Hamilton, líder del campeonato y previsiblemente campeón del mundo si no sucede nada extraordinario, inició siete carreras por delante de todos. Y ha ganado diez. La diferencia.

Lo cierto es que, al menos en Interlagos, el alemán se está mostrando de manera regular más rápido que su compañero de box, sobre todo con los neumáticos más blandos aquí, sobre todo a una vuelta. Y ha sido el más rápido en cada una de las sesiones, cada vez que ha salido con el coche a la pista. Agota sus esperanzas. Tiene que intentarlo. Y debe ganar en Brasil, a pesar de Abu Dhabi. Porque en eso piensa también Nico. ¿Tienes la esperanza de que se le rompa el motor o le suceda algo a Hamilton?, le preguntó una reportera de Movistar a Rosberg el viernes. El germano se rió, claro, volvió a reír, evidente. Y después con la sonrisa puesta declaró que a ver si le pasa en Abu Dhabi. Debe soñar con ello. Normal.

Como de sueños debe ser la cosa para Felipe Massa si logra una victoria en Brasil. El paulista sale tercero por detrás de los dos Mercedes y parece el único con opciones de complicar la vida a los chicos de plata, sobre todo si llueve. Como parece. Porque las previsiones eran de agua durante todo el fin de semana y sólo ha llovido en la noche del viernes al sábado. Ahí podría estar también Sebastian Vettel si jarrea y puede aprovechar su talento con la pista mojada. En la calificación fue mejor que Ricciardo esta vez.Y es que, no lo olvidemos, estamos hablando de un tipo que ha ganado cuatro títulos seguidos. Un respeto.

Más atrás, Jenson Button por delante de Kevin Magnussen, en este caso agotando sus opciones de quedarse en McLaren y, claro está Alonso por delante de Raikkonen, décimo cerrando la tanda de los diez mejores en la que solo estuvieron esta vez los pilotos de Mercedes, Williams, McLaren, Red Bull y Ferrari. Se espera una buena carrera en Interlagos. Vuelan bajo los pájaros. El cielo se pinta de gris…