Motociclismo
Buenas noticias: Barberá desde ahora al manillar de la Ducati
El test de Mugello con la centralita Open fue satisfactoria y ya en este GP de Aragón dispone de una unidad que utilizaba el probador Pirro. Barbera: “Estoy súper ilusionado”.
El Avintia Racing y Ducati han acortado los plazos y desde esta cita Barberá dispone en su box de una de las dos Desmosedici que empleaba el probador de la marca, Pirro, con la centralita Magneti Marelli de las motos Open. La prueba realizada en Mugello el pasado martes resultó satisfactoria y era necesaria porque Ducati quería comprobar primero que su moto podía funcionar bien con la electrónica que proporciona Dorna. El resultado es un premio para el piloto valenciano y la escudería española, pero sobre todo la gran ventaja de adelantar la pretemporada, con cinco grandes premios como escenario de pruebas.
La alegría de Barberá se refleja en sus palabras: “Estoy súper ilusionado, se nos han adelantado los Reyes Magos. Era muy complicado terminar el año con la otra moto. El año pasado ya hicimos veinte carreras sin poder ir en moto, porque ni puedes frenar, ni puedes acelerar, no puedes conseguir nada… Y este año estábamos en la misma tónica. Cuando probé la Ducati en Mugello veía que frenaba, que hacía todo bien. Volví a disfrutar y a bajarme de la moto riéndome, con tiempos rápidos… Sobre todo, volví a pilotar, no a llevar una moto sino a pilotar. He cambiado una moto de calle por una moto de carreras”.
Los tiempos de los que habla son ilusionantes: “En el gran premio rodaron en 47.6 y yo en 48.4 en 27 vueltas. El objetivo era hacer funcionar la moto con la electrónica Open y ellos también estaban probando la moto nueva… Más que el tiempo son las sensaciones y que en un día he rodado 1.7 segundos más rápido que con la moto con la que corrí allí hace unos meses. Con el tiempo que hice habría estado octavo o noveno en la parrilla”.
¿Qué tiene esta Ducati que no tenga la Avintia con motor Kawasaki? Todo: “La manera de pilotar, de frenar, de llevar una moto de carreras y no una de calle. Es un manillar estrecho, una moto ágil, una moto que gira, que frenas y puedes seguir frenando hasta dentro de la curva. Con nuestra moto eso era imposible, el freno motor va mal, el cambio va mal, es una moto de calle haciendo carreras y esto son prototipos, esto es MotoGP. Con una moto de calle sólo se podía hacer lo que estábamos haciendo”.
El único pero es que no dispone de dos unidades en el box. El año que viene sí las tendrá, pero ahora le toca quedarse con una de las que maldice, y eso implica que una caída o un cambio por el flag to flag le devolverá a las pesadillas. Lo asume bien: “El año que fui subcampeón en 250, todos tenían dos motos y yo una, pero no se me dio mal. Trabajar con una moto a veces puede ser bueno. Hay que sacar todo lo positivo y así no nos podremos marear. Además, esperemos que siga sin llover”. Debería aspirar a ser rival de Aleix Espargaró, lo que no es fácil, pero tiene muchas ganas.