Jack Doohan emula a su padre y ya empieza a ganar títulos

El gen de la velocidad no está demostrado que se trasmita por herencia genética, pero en el domicilio de los Doohan todo indica que ha sido así. Mick Doohan, ‘El Trueno de Brisbane’, uno de los mitos históricos del motociclismo merced a su lustro de tiranía en el Mundial de 500cc (1994-1998), tienen un digno sucesor en su hijo Jack Michael. Con once años ya despunta en el kárting.

El pequeño de la saga ha vencido con autoridad en la categoría ‘Rookies’ del ‘CIK Stars of Karting Championship’ de Australia, certamen de máximo nivel en el país aussie. Y lo ha hecho con exhibiciones como la del pasado domingo en la que no abandonó el primer puesto desde la serie inicial hasta la final del evento en Port Melbourne, quinta y última cita del campeonato.

El joven Jack siempre ha ido rápido en los karts, donde empezó a correr con ocho años, pero también en otros aspectos ya que nació seis semanas antes de la fecha prevista lo que le hizo pasar bastantes días bajo estricto control médico en el Pindara Hospital de Queensland, con la consiguiente preocupación de sus progenitores Mick y Selina, y su hermana Allexis, tres años mayor que Jack. Todo salió bien y pronto fijó el objetivo: “Cuando crezca quiero ser piloto de F-1”, cuenta Doohan Sr. que le decía desde temprana edad.

El sueño aún queda muy lejos, pero los mimbres parecen ser los correctos viendo el desempeño de Jack al volante del kart. Y con el extra impagable de tener un padre con tantísima experiencia en la alta competición y, además, con el añadido de haber sido un ganador y un mito de su deporte. De momento Mick lo tiene claro: “A esta edad es sólo para divertirse. Si con 15 o 16 años sigue tomándoselo en serio... ya veremos. Eso sí, como cualquier padre ver a tu hijo tener éxito en el deporte hace que te sientas muy orgulloso. Es mejor que cuando ganaba yo. Estoy feliz por Jack, ha trabajado muy duro para lograr esta victoria”. El apellido Doohan está de nuevo en pista.