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Trial | Un Mundial y dos candidatos

“Para nosotros dos, la cita de Arnedo es toda una incógnita”

Toni Bou y Adam Raga se jugarán el título en la doble cita riojana, donde nunca se disputó el Mundial. Les separan sólo siete puntos y ambos se reparten los últimos 19 títulos.

Adam Raga (izquierda) y Toni Bou se disputan el título mundial.
Rodolfo Molina

La localidad riojana de Arnedo será escenario el 6 y 7 de septiembre del desenlace del Mundial de trial, en el que Toni Bou (17-10-1986, Piera, Barcelona) saca siete puntos a Adam Raga (6-4-1982, Ulldecona, Tarragona). Ambos se reparten los últimos 19 títulos mundiales —entre indoor y outdoor— en una disciplina en la que hasta las piedras hablan español.

—Un mes para el desenlace y siete puntos entre los dos aspirantes al título. ¿Suficientes?

—Bou: Ahora me voy diez días de vacaciones. Claro que me habría gustado hacerlo con más puntos de ventaja, pero hay que tener en cuenta que sólo estaba un punto por delante antes del GP de Bélgica. Son siete, podían haber sido trece, ya que empatando en Francia se podría haber decantado para cualquier lado, pero mejor no pensar ahora en eso. Hay que ver el vaso bastante lleno. El objetivo es claro, llevo muchos años consiguiéndolo y no queda otra que luchar a tope. Es un campeonato en el que resulta muy difícil marcar diferencias.

—Tras ganar en La Mongie (Francia) y acercarse a siete puntos, ¿se le hará corta o larga la espera?

—Raga: Por lo pronto lo que quiero es desconectar unos días, no del todo pero sí dejar la moto aparcada. Es necesario descansar porque llevamos un trote importante desde el Mundial indoor en enero, febrero y marzo; luego empezó el outdoor en abril y hasta ahora. Casi no hemos parado y viene bien este respiro para coger fuerzas con vistas al desenlace del campeonato. A mediados de agosto volveré a entrenar a tope para llegar al máximo a Arnedo.

—La gente da por hecho que Bou es el favorito, ¿pero no es esa una presión extra?

—B: Siempre es dificilísimo ganar un campeonato y está claro que Adam es seis veces campeón del mundo y que me está poniendo las cosas muy complicadas. Pero estoy preparado para sufrir. Ya sufrí el año pasado, aunque no me gusta, como a ninguno supongo, pero es parte de la competición. Empezamos el campeonato y luego sufrí aquella fisura intercostal con la que tuve que correr lesionado en Japón, donde pese a ello hice dos segundos. Pero lo superamos y hemos logrado acceder al liderato, que tras La Mongie ha quedado en esos siete puntos.

—Allí se quejó usted de los comisarios. ¿Por qué razón?

—-B: La verdad es que no me gusta el reglamento, porque el reglamento en sí consiste en bajar el nivel. La aplicación de la normativa no es correcta, es non stop, lo que quiere decir que no puedes parar en las zonas. Marcan zonas más fáciles de lo normal para que se pueda hacer non stop, eso es correcto, pero luego los jueces no aplican bien la norma. El nivel baja mucho, nos jugamos la carrera en pocos puntos de penalización, en esta última prueba nos lo jugamos por el tiempo, y por eso es complicado. Al final tienes que pasarte todo el día intentando cómo despistar al otro para ir más rápido y todo es un desastre. Así que sólo pido que este reglamento, aunque no me guste, esté bien aplicado.

—¿Qué opina Adam de ese comentario de Bou?

—R: Bueno, creo que responde un poco a que Toni está cabreado por el mal resultado. A ver, lo de los comisarios es como un partido de fútbol, cuando uno gana siempre está contento y cuando uno pierde es por culpa del árbitro. Yo creo que se debe ser un poco más razonable en todo esto y saber ganar y saber perder. Y esto es lo que también hace a uno campeón.

—Es decir, que el verdadero hándicap de La Mongie, en los Pirineos, no fueron los comisarios sino... ¿la altitud?

—R: Fue una carrera físicamente muy dura porque los 2.000 metros de altura los acusaba el cuerpo, sobre todo en la respiración, costaba hacer todos los movimientos que normalmente salen bien. Y además se complicaba bastante la puesta a punto de la moto, con mucho trabajo para los mecánicos. La moto sufría por la altura, la carburación, pero afortunadamente todo salió bien y realizamos una carrera muy buena.

—Hablamos de Toni Bou y, pese a sus 15 títulos mundiales (ocho indoor y siete outdoor), siempre le pedimos más. Pero nadie dijo que fuera a ser fácil superar a monstruos como Lampkin o Tarrés, ambos con siete outdoor...

—B: Está claro que para mí superarles es muy importante, pero ya lo conseguí en el indoor, ahora me toca en el outdoor. Sin embargo, no es un objetivo en sí. Si tengo que perder algún Mundial, que sea el octavo porque eso quiere decir que he ganado siete. Lo importante es haber llegado hasta aquí. El objetivo es seguir luchando. Si se gana este año será que habremos hecho las cosas bien, y eso que hemos tenido muchos problemas con la lesión y más cosas, y si no se gana pues habrá que luchar por el octavo el próximo año, porque físicamente estoy bien. Me siento competitivo y la moto va perfecta.

—A quien también le rueda de maravilla su moto es a Adam Raga. La Gas Gas volvió de Francia con un triplete (Raga se impuso en World Pro, Arnau Farré en World Cup y Teo Colairo en 125cc). ¿Tan buena es?

—R: Las armas son muy buenas, lo que está clarísimo es que ahora mismo la Gas Gas, como moto estándar, que es con la que corremos nosotros, responde muy bien. Es prácticamente como las motos de serie: la que ganó 125cc o la que lo hizo en el Júnior, mientras que la mía lleva unos pequeños retoques pero es muy de serie. Se puede decir que de motos de serie, la Gas Gas es la más competitiva; después está la Honda, que aquello ya es una moto de carreras, una moto... como podría ser la de MotoGP.

—Tenemos pistoleros, Bou y Raga, y escenario para el duelo: la localidad de Arnedo. ¿Qué sabemos de ese terreno?

—B: He competido en aquella zona, pero se ve que el terreno es muy diferente. Me parece que no hay muchas piedras, así que será una sorpresa para nosotros. Habrá que ver el nivel que marcan, ver el terreno. Si han llevado el Mundial será complicado, pero al final el Mundial es complicado sea donde sea. He corrido carreras en las que con acabar décimo me valía y al final te tiras toda la carrera con un miedo de no romper la moto, que le pase cualquier cosa, al final un Mundial siempre es complicado.

—R: Corríamos en Arnedillo, en el Campeonato de España, pero no sé si exactamente donde se disputará el Mundial. Creo que va a ser un terreno de esos que se deshace bastante, con zonas largas con subidas y bajadas, en las que hacer correr un poco la moto, no aquello de mucha piedra seguida. Es una carrera nueva y para los pilotos es toda una incógnita. Y luego hay que esperar a ver qué nos depara la climatología.

—Acabamos. Con usted, Toni, con una duda que sobrevuela desde que Laia Sanz decidió hace dos semanas despedirse del trial. ¿Hará lo mismo?

—B: Lo veo lejos. Es complicado por el calendario, porque tenemos poco tiempo para practicar otros deportes, pero como me gusta el motocross o el enduro es evidente que sí es una cosa que me gustaría hacer. La veo lejana, pero la veo.

—Y a usted, Adam, ¿cómo se le daban las matemáticas en el colegio? Lo digo por las cábalas para poder quedar campeón...

—R: En el colegio se me daban mal, pero estas son muy fáciles. Lo de que sólo me valga ganar creo que es positivo, mientras que a Toni quizá se le pueda complicar la cosa por el hecho de tener que jugar con la ventaja en la clasificación, por los nervios que eso puede provocar. Digamos que el campeonato lo tiene ganado, él no ha hecho en toda la temporada peor resultado que un segundo, así que es muy difícil que en la última carrera baje de ahí. Pero los nervios juegan malas pasadas, en el final de 2013 el primer día acabó tercero, por ejemplo. A nosotros sólo nos vale ganar y esto, psicológicamente, es duro; pero Toni tiene que gestionar su ventaja y a veces eso...