El calor es el gran enemigo de Mercedes en su propia casa

Es que te pegas en el asfalto, no se puede estar con el calor que hace”. La frase es de Álvaro García, cámara de Antena 3 en los circuitos, pero la podría haber dicho cualquiera que hubiera estado en la pista en la segunda sesión de libres ayer en Hockenheim. El termómetro marcaba 36 grados, pero en el asfalto era superior a los 50. Mientras, al termino de los entrenamientos, Hamilton era el más rápido con su compañero Rosberg apenas a 64 milésimas. En la primera sesión había sido justo al contrario. Más cerca que en otros grandes premios, quizá por la ausencia del FRIC, se encontraba Daniel Ricciardo. El Red Bull es uno de los coches que se deben beneficiar de que ese elemento ya no esté en los monoplazas, puesto que tiene una aerodinámica superior al resto y no lo necesitaba tanto como otros. Pero la esperanza para los rivales de Mercedes, el gran enemigo de la escudería de la estrella, es el calor. Y es que veamos los antecedentes: el calor fue tan severo en Canadá que provocó la victoria de Ricciardo. Los problemas de frenos que tuvieron en Montreal dejaron a Hamilton fuera y a Rosberg en tercer lugar en una pista en la que su victoria parecía segura.

Mientras, en el box de rojo, Raikkonen parece algo más en sintonía con su Ferrari: cuarto puesto a cuatro décimas de Ricciardo; Alonso, por su parte, fue tercero en la primera sesión del gran premio, viéndose relegado a la novena plaza en la segunda, en la que no pudo aprovechar uno de sus juegos de blandos por el tráfico.