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F-1 | GP DE GRAN BRETAÑA

Ferrari se equivoca en la lluvia

Alonso saldrá decimosexto y Kimi decimoctavo después de que se quedaran apeados en la Q1 por salir tarde a la pista con los neumáticos de seco y, cuando lo hicieron, aún llovía.

Ferrari se equivoca en la lluvia
Christopher LeeGetty Images

Dicen que a los caballos ganadores se les ve en la salida. En la Fórmula 1, suelen partir primeros, sonríen sin parar, caminan por el paddock con un ángel, un duende, un hada buena detrás que les protege y les da luz. Es la ‘Lady Luck’ de la que hablan los campeones. Esa que parece haber perdido Alonso, esa que ha tenido Vettel, esa que se ha enamorado ahora de Rosberg, así lo siente el alemán de Mercedes.

Ayer, tras lograr la pole, el alemán se acordó de Michael Jordan. Nada menos. “Fallas que no intentas”, dijo una vez aquel que se fundía con el aire. “Así que decidí que si salía a pista tenía al menos la posibilidad”, explicó el de Mercedes. Y eso es lo que hizo Nico en Silverstone, volver a intentarlo, cuando parecía que no se podía, cuando el agua seguía en la pista y parecía que la primera posición de la parrilla sería para su compañero Hamilton, apretó a fondo el acelerador para pasar a su talentoso vecino de box que iba inexplicablemente despacio. Finalmente, cuarta pole y favorito máximo para la victoria.

Segundo saldrá Vettel en una de esas vueltas que explican por qué ha sido cuatro veces campeón del mundo, y tercero Button, violinista en la lluvia que alegró a la afi ción británica tras el desastre de Hamilton. El de Mercedes partirá sexto. Mal, pero menos, con un coche de ciencia ficción.

Mal y mal con poca solución salvo una carrera en el caos y los milagros de quien se cansa de hacerlo, Ferrari, con sus dos coches fuera… en la Q1. Tras sucesivas sanciones, Alonso partirá decimosexto y Raikkonen decimoctavo, pero en la sesión fueron decimonoveno y vigésimo. Ahí es nada. La razón es un error de estrategia. Parecía que había parado de llover cuando decidieron sacar a Alonso y Kimi con neumáticos de seco, pero siguió cayendo agua y no pudieron mejorar su registro, casi lo logra el español, pero un trompo inevitable agotó toda esperanza.

Este desastre se podía haber evitado saliendo pronto para marcar un tiempo de referencia o poniendo el coche en pista algo antes con los slicks, logrando un buen registro y pasando sin problemas. Un error del muro, una decisión que suele tomarse de conformidad con el piloto y que se puede tomar como culpa de la mala suerte o de una nefasta planificación.

Una pena, porque Alonso fue tercero el viernes, con ritmo similar a los Red Bull y opciones de jugarse el podio con los coches azules mientras los Mercedes pelean por la victoria. Pero eso es la teoría, hablar por hablar. Estar en la pista es otra cosa. Y acertar casi imposible, pero es lo que se pide a Ferrari, el precio de ser una leyenda.