NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

MOTOGP

“El límite médico está en la cabeza del piloto”

Al doctor Michele Zasa (35 años), que ha relevado a Claudio Costa al frente de la Clinica Mobile, le preocupan especialmente los traumas en la cabeza.

Assen
Michele Zasa , jefe medico de la Clinica Mobile
Diario AS

—No debe ser fácil sustituir al doctor Claudio Costa al frente de la Clinica Mobile, pero enhorabuena.

—Gracias. Es algo nuevo, pero seguirá siendo lo mismo. Desde el año pasado ya trabajaba junto al doctor Costa, y ahora es algo más oficial. Estoy al frente de MotoGP y Superbike, y tengo que hacer frente a la gestión de la Clinica Mobile, con la que llevo trabajando desde 2010.

—¿Por qué se elige trabajar en la Clinica Mobile y no en un hospital?

—Por mi carácter. Soy anestesista, pero no me gustaba estar encerrado en un quirófano realizando mi trabajo, y desde que acabé mi residencia me dediqué a trabajar por el mundo: África, Polo Sur, Inglaterra con asistencia a accidentes. Me gustan las motos y el deporte. Esto cada día es diferente y cuando pasa algo no lo afrontas con la medicina tradicional. Cada día tienes que pensar en algo nuevo que dé el máximo en auxilio de los pilotos. No se puede improvisar, pero siempre se busca una solución mejor, nueva, como hacen los ingenieros con las motos, que siempre buscan soluciones nuevas.

—¿Dónde está el límite con los pilotos?

—Tienen que ir a pista cuando se puede. Hay que mirarlo bien y los golpes en la cabeza hay que controlarlos… Puede ser que el doctor Costa hiciera las cosas de forma diferente. Dicen que yo soy el nuevo doctor Costa, y no es así: soy Michele Zasa. El doctor Costa me ha dado mucho, pero yo también tengo mi experiencia. Los traumatismos craneoencefálicos son muy peligrosos, pero yo no soy el encargado de decir si un piloto puede correr o no, solo le doy auxilio, pero si un piloto me lo pregunta le diré que es mejor no correr así. Es muy difícil ver dónde está el límite. En principio está en la cabeza del piloto, porque a veces él mismo es quien dice que no quiere arriesgar. Ahí ves el límite, porque un piloto que no tiene confianza es mejor que no corra. Un hueso se puede arreglar, se puede operar, y si el piloto quiere correr se le puede ayudar para que lo haga sin que sea un riesgo para él y para los otros. Eso está bien, pero hay otras cosas en las que es mejor pararse.

—Son los reyes de las infiltraciones…

—El año pasado hice algunas muy importantes: Lorenzo en Assen o Márquez en Silverstone…

—¿El piloto más duro?

—No hay uno más duro que los demás, pero sí hay algunos verdaderamente duros, pero no puedo dar nombres.

—¿Dureza física o mental?

—La moto no necesita un físico especial, es más la dureza mental y está con el que gana. Los que ganan son lo que quieren llegar ahí, los últimos que frenan a final de recta, los que quieren correr sean cual sean las condiciones.

—¿Hay cuidado con el dóping?

—Después de lo de Lorenzo en Assen se escribió de todo sobre lo que podíamos haber hecho en la Clinica Mobile… No hicimos nada. El dóping tiene una reglamentación muy clara, que llega desde la WADA. Sabemos lo que se puede hacer y lo que no, y hay control antidóping. En el motociclismo no es muy común el dopaje. El año pasado sólo dio positivo West. Normalmente son controles básicos, de orina, al azar o a los tres primeros de cada categoría, aunque el año pasado hubo dos controles por análisis de sangre en Le Mans y Valencia.

—¿Cómo se coordina la Clinica Mobile y el equipo de intervención inmediata de MotoGP?

—Trabajamos coordinados, pero cada uno tiene su trabajo. Nosotros no atendemos la urgencia en la pista: el piloto que cae es atendido por los médicos del circuito que están bajo control del Equipo Médico de MotoGP (el de Mir, Chartre y Cáceres). En el centro médico del circuito está atendido por los médicos locales, pero un médico de la Clinica Mobile acude por si hace falta prestar ayuda, y si el piloto no necesita ser derivado a un hospital, él puede decidir si quiere que se le trate en la Clinica Mobile. Lo que hacemos además es atender a todo el paddock en cuestión de medicina general: pilotos, miembros de equipos, periodistas, etc. Y también fisioterapia para los pilotos. Es mucho trabajo porque esto es como un pequeño pueblo de 2.000 personas que trabaja cada dos semanas, y viaja con frecuencia y normalmente no le da tiempo de acudir a su médico cuando tiene un problema.

—¿Existe un fin de semana perfecto, sin trabajo?

—Desde el comienzo del año llevamos una estadística y hemos visto que más o menos cada fin de semana tenemos unas 250 intervenciones de fisioterapia y unas 120 visitas médicas. Siempre se trabaja mucho.

—¿Quién financia esto?

—En SBK lo financia Dorna, y en MotoGP el IRTA (la asociación de equipos).

—¿Cuánto personal hay?

—Cinco fisioterapeutas y dos doctores, y ahora un técnico radiólogo para radiografías, además de dos conductores para llevar el camión.