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Fórmula 1 | Gp de Austria

Dietrich Mateschitz lleva la Fórmula 1 al reino de Red Bull

Compró el circuito en el año 2009 y después de diversas negociaciones convenció a Bernie Ecclestone del regreso a este espectacular trazado.

ADQUIRIDO EN 2009. El trazado austriaco fue adquirido por Red Bull en 2009 y regresa al calendario mundialista once años después, ahora con el nombre de Red Bull Ring.

Se llega a un cruce y a partir de ahí la lentitud exasperante, por la misma carretera estrecha tienen que ir los coches, las caravanas, los camiones de los equipos… Sólo faltan los monoplazas intentando sortear los vehículos que parecen obstáculos insalvables en esos cuatro kilómetros y medio desde el momento en que se acaba la autopista de Graz a Spielberg. Y de ahí al circuito se tardan unos 40 minutos. En 4,5 kilómetros, sí. Falta de organización austríaca, si el adjetivo fuera española como exige el tópico tendría sentido, pero… viajando te das cuenta de lo que importan los clichés sin sentido.

Después llegas al trazado y el aspecto es imponente. Es cierto. Rodeado de las montañas alpinas donde aún se atisba la nieve en las cumbres y con un impresionante toro rojo en el centro, de 50 toneladas de peso construido a partir de latas de Red Bull recicladas. Estamos en el reino del equipo que ha dominado la F-1 los últimos cuatro años, de los que han ganado la última carrera, en Canadá.

En 2009 el amigo Mateschitz compró este trazado y después de diversas negociaciones con el gran Ecclestone ya está aquí la F-1. Y lo hace con un circuito renovado que sólo conserva la pista. A partir de ahí todo es nuevo, una espectacular sala de prensa, asfalto perfecto… y la increíble primera curva ciega en la que se espera una de las salidas más emocionantes del campeonato. A esa primera esquina se llega tras una cuesta con pendiente del 9,7%, una curva que se cierra y aparece ciega que será uno de los desafíos de los pilotos. Es parecida a Austin, menos pendiente, menos ciega, pero mucho más cerrada. La capacidad de tracción al salir de esa curva después de unos 70 metros de ascensión será crucial para llegar a la siguiente curva con una frenada de 310 km/h a 60 km/h. Será uno de los puntos de adelantamiento.

El circuito tiene sólo ocho curvas, una parte muy rápida con dos largas rectas y otra mucho más revirada. Y tendrá dos zonas de DRS, el primero entre las curvas dos y tres, el segundo después de 100 metros de la última curva justo antes de la recta de meta.

Es una pista en la que podemos ver una de las carreras más atractivas de la temporada con varias zonas para adelantar a pesar de sus pocas curvas, importantes desniveles, todo un reto para los pilotos con un recorrido de 4,326 kilómetros que Michael Schumacher completó en 2003 en 1:08.337, algo menos que los casi 40 minutos que se tarda en recorrer una distancia similar en los accesos al circuito, en llegar desde el exterior al reino de Red Bull.

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