Gené: “Pienso en el podio, no que soy piloto reserva de Audi”

—Cambia la categoría LMP1 por la LMP2. Pero en Le Mans, ¿la adrenalina es la misma?

—Sí, lo preparo de manera similar. La sensación de carrera especial la vives igual.

—¿Cómo se lleva el paso del R18 e-tron al Zytec Z11SN?

—Se trata de un coche abierto, con lo que tienes mejor visibilidad y refrigeración. Respiras más, transpiras menos, físicamente es más fácil. La visibilidad es mejor, pero en caso de accidente, de vuelco, un coche cerrado siempre es más seguro. Y en cuanto al equipo es un privado, a diferencia de uno oficial como Audi, pero es muy profesional. Soy reserva de Audi y fueron ellos lo que me pidieron que compitiera con este equipo para estar más en forma en el caso de que me necesitaran.

—¿A cuántos metros está del box de Audi?

—Nada, están puerta con puerta. Así que si me necesitan... Yo este año he hecho dos test con Audi, en Paul Ricard y MotorLand, hice uno con Jota Sport y luego también corrí con ellos en Spa, donde fuimos segundos, y ahora en Le Mans.

—El reto le llega cumplidos los 40. ¿Engancha igual?

—Bueno, mis obligaciones con Ferrari en la F-1 tampoco me permiten muchas cosas más, pero hacer el programa pequeño, el de Spa y Le Mans, dos carreras que he ganado, me atrae mucho. Si me ofrecieran hacer todo el Mundial de resistencia, diría que no, porque no podría por Ferrari.

—Ahora pueden estar más cerca la resistencia y Ferrari, que podría anunciar en breve su regreso a LMP1. ¿Solucionaría esa incompatibilidad?

—No lo sé, la verdad, supongo que es un rumor, en Ferrari tenemos otras prioridades y otros problemas antes que pensar en Le Mans, pero la verdad es que no soy el más indicado para opinar al respecto.

—Mejor cambiar el chip F-1...

—Sí, mejor. Hablemos de Le Mans.

—¿Cómo ve la lucha por el título en LMP1?

—El Mundial de resistencia vive un momento muy dulce. Son tres constructores, el año que viene entra un cuarto, Nissan. Televisivamente son carreras difíciles, es inviable dar una de seis horas del Mundial y menos una de 24, pero tiene muchos atractivos: constructores, tecnología muy diversa y coches preciosos, quizá los más bonitos que hay hoy día. Y Le Mans es espectacular; si te gusta el motor, una vez en la vida tienes que estar ahí. Es única.

—Usted ha sido feliz allí con Peugeot (ganó en 2009) y el fin de semana, en Montreal, coincidiría con Carlos Sainz, apuesta de la marca en el Dakar. ¿Qué le ha dicho?

—Sí, hablamos de eso, porque algunos de los técnicos y el director del equipo que tuve ahora están con él; y le dije que la gente de Peugeot Sport es muy válida, sea cual sea la especialidad, y que no puede estar en mejores manos. No tengo duda. Tienen la cultura, el ADN de la competición, muy dentro.

—¿Con qué sería feliz Marc Gené en este Le Mans?

—Me gustaría un podio, porque corro con un equipo que nunca lo ha logrado en Le Mans. Me gustaría ayudarles a subir a él. Obviamente luchamos por la victoria, pero en la victoria tienen que alinearse muchos astros para poderla conseguir, pero el podio es lo que perseguimos.

—Y con Audi a dos metros, en la puerta de al lado...

—Sinceramente, no estoy aquí pensando si voy a reemplazar a alguien en Audi, sino en el podio. Me da la misma satisfacción el LMP2 que si me piden correr en Audi a última hora, aunque pudiera ganar la absoluta. No me quita el sueño porque ya la gané, por suerte. Distinto sería estar sólo como reserva. Ha sido una buena elección estar en las dos categorías.