Álex Riberas: “Al probar este Porsche me quedé alucinado”

—Porsche redobla la apuesta por usted: a la Carrera Cup se une la Supercup. ¿Doble reto?

—El doble de oportunidades para aprender y entender cómo es el mundo de los turismos.

—Si una marca del prestigio de Porsche confía así en usted es que hizo los deberes en 2013.

—Tuvimos una reunión a finales de año donde se evaluó mi rendimiento y quedaron bastante satisfechos, por eso me renovaron otro año más dentro del programa de Jóvenes. Sé que si hago un buen papel puedo conseguir un volante profesional para el año que viene.

—En la Supercup comparte domingos con la F-1. ¿Nervios?

—Estoy ilusionado. Haremos todas las carreras de Europa más la de Rusia.

—¿Cómo es el Porsche que pilota este año?

—En 2013 conducía un 911 GT3 versión 997, el antiguo, y este año por fin he estrenado el 911 versión 991, y al empezar a probarlo en América me quedé alucinado. El coche frena mucho mejor, gira mejor, tiene más potencia, ahora tengo cambio de levas en vez de cambio secuencial en palanca... en general es un coche mucho más fácil de conducir.

—Ha debutado en Hockenheim, donde hizo podio en 2013, pero han sido dos séptimos. ¿Descontento?

—Fue un fin de semana complicado, tenemos que trabajar duro para tener más ritmo y mejorar en clasificación.

—Entre sus apoyos (RACC, Circuito de Catalunya, RDA) llama la atención ‘The Heart of Racing’. ¿Cómo surgió?

—La iniciativa ha nacido este año en América. El equipo con el que corrí las 24 Horas de Daytona y las 12 Horas de Sebring está subvencionado por un multimillonario cuya fundación ayuda a un hospital infantil de Seattle. En Daytona, sólo durante la carrera, conseguimos más de 500.000 dólares para ese hospital. Es un sentimiento que va más allá de ganar, te hace sentir muy especial.

—En Sebring subió al podio.

—Estuvimos liderando la carrera hasta que faltaba menos de media hora y un safety nos truncó un poco la estrategia.

—Tiene 20 años, ¿con qué se dará por satisfecho en 2014?

—Lo importante es ir aprendiendo cada carrera; al correr dos campeonatos voy a estar casi cada fin de semana compitiendo, se va a convertir en una especie de escuela. Espero acabar el año luchando por las primeras posiciones.

—Espera mejorar, su Barça también debe hacerlo, ¿no?

—Eso me han dicho. (Risas).

—Lo digo porque estuvo en la escuela del Barça...

—Estuve jugando seis años con el Barça, pero aún siendo azulgrana no soy antimadridista, con lo que me alegro de la final española en Champions.