Márquez no perdona en Austin y Jorge Lorenzo se autoelimina

Carrera extraña donde las haya la de Austin, pero con el mismo ganador que ya viéramos en Qatar, Márquez. Desde 1995, por obra y gracia de Doohan, no se veía a un mismo piloto copando las dos primeras victorias y poles de la temporada en la clase reina. Y quien sabe, tal vez desde aquella época tampoco se haya visto un favorito tan destacado para el título como ahora sucede con el Pequeño Genio. Quizá en la etapa más gloriosa de Rossi, pero de eso también hace mucho tiempo.

El vigente campeón ha firmando en el Circuito de Las Américas un fin de semana perfecto, dominando todas las sesiones, marcando la pole, la vuelta rápida, el récord de la pista y, lo que es mejor para sus intereses reales, dejando a su mayor rival en la pelea por el título a 44 puntos.

Sí, como suena, después de las dos primeras carreras de la temporada, Lorenzo está a esa distancia sideral del hombre con el que peleó por el título la pasada temporada hasta la última carrera. Sorprendentemente, el bicampeón de MotoGP volvió a equivocarse. Venía de haberse ido al suelo en Qatar en la primera vuelta y en Texas el error vino al saltarse clamorosamente la salida. Un error humano de un piloto que otras veces demostró ser un extraterrestre. No se olvide, por ejemplo, su gesta heroica de Assen, la de correr a las 35 horas de ser intervenido de una fractura de clavícula, en Barcelona.

El mallorquín partía quinto de la parrilla y quiso intentar la estrategia que tantas veces le ha salido bien, la de tirar desde el principio al estilo Rainey, que estaba presenciando la carrera desde su box. Sin embargo, saltó de su posición antes de que se apagara el semáforo rojo y antes de completar el primer paso por meta se metía en el pit lane para cumplir con el pertinente ride through de sanción.

Márquez, que arrancó a su espalda, ya sabía que su rival se había saltado la salida, porque antes de que nadie pudiera moverse ya estaba por delante suyo, así que no necesitó siquiera meterle rueda. Se lo quitó de encima con esa sanción y a partir de ahí puso tierra de por medio poco a poco sobre Pedrosa, que nunca le inquietó, y que, a su vez, tampoco tuvo amenazado el segundo puesto porque Dovizioso entró tercero a 17 segundos de él y a 21 de un Márquez que se llevó un susto en la última curva. Cuando sus mecánicos ya estaban en lo alto del muro para celebrar la victoria, el 93 entró colado a la última curva, con la rueda trasera levantada y en el filo de la caída. Quedó en una anécdota repitió el caballito invertido ya más controlado en la misma línea de meta. Fue otro motivo para las risas, como las que se echaron los tres en el podio inmortalizando el momento con un selfie o autorretrato, tomado desde un teléfono móvil.

Entre las rarezas de la carrera, el rendimiento irregular de un Rossi que acabó octavo, el ver a Lorenzo adelantar con pundonor a pilotos con los que nunca batalla para acabar décimo o el presenciar de nuevo a una Ducati en el podio. Y otro detalle, la preciosa batalla entre Smith y Pol por la quinta plaza que se llevó el inglés. Pronto será al revés.