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Fórmula 1 | Gp de Malaisia

Ferrari arregló en solo cuatro minutos una suspensión

Fueron cuatro minutos los que necesitaron los mecánicos de la escudería italiana para arreglar la suspensión delantera izquierda dañada del coche de Fernando Alonso.

BUEN TRABAJO. Los mecánicos de Ferrari solventaron el problema.
AFP

Es complicado gestionar la grandeza, quizá siempre se espera demasiado de los mejores y eso hace que las críticas sean feroces. Cuando ganar es una obligación la excelencia se cotiza a la baja, si la victoria es el objetivo permanente, no vencer es un desastre. Así son las cosas. Por eso quizá en ocasiones no se hace justicia con el mejor equipo de la historia de la Fórmula 1. Pero ayer Ferrari demostró que está poco a poco regresando de la oscuridad. Un detalle que se resume con un número: cuatro. Esos fueron, cuatro minutos, los que necesitaron los mecánicos de la escudería italiana para arreglar la suspensión delantera izquierda dañada del coche de Fernando Alonso.

El asturiano había perdido el brazo de la suspensión de ese lado en su choque con el piloto de Toro Rosso Daniil Kvyat y casi todo el mundo pensaba que en ese momento terminaba su participación en la sesión clasificatoria. Pero no. En Ferrari trabajaron duro, con calma y determinación para devolver a su piloto estrella a la pista. Quizá por esa razón y por la genial vuelta del piloto español, Alonso y Stefano Domenicali se fundieron en un abrazo en mitad del paddock, delante de todos, un gesto que terminó Bernie Ecclestone para pedir un poco más de atención también para él.

Eso sí, después Fernando siguió con la dirección dañada y pudo perder el tercer puesto que le correspondía ayer por talento, pero al menos siguió en pista. Además los mecánicos tendrán trabajo, el equipo pidió a la FIA permiso para arreglarlo, algo que viene previsto por reglamento y el asturiano saldrá a la carrera con todo en su sitio. Con el objetivo de luchar por el podio. “Hacia un lado podía girar bien, pero hacia el otro apenas podía con las dos manos. El cuarto puesto es un gran resultado, estamos detrás de los Mercedes, pero la intención es luchar con Vettel por el podio y creo que podemos hacerlo mañana en la carrera”, explicaba.

Y sobre el incidente con el ruso, el ovetense de Ferrari no eludía su responsabilidad: “Siempre que llueve todo se complica. Es un poco lotería. Fue una situación desafortunada. No lo vi, es la verdad, no sabía de dónde había salido. Creo que la culpa ha sido al 50%. Lo que me sorprendió es un ataque de esa intensidad en la vuelta de lanzamiento”. Los dos pilotos acabaron chocando sus manos en un gesto de colegas. En la reunión con los comisarios ambos explicaron que había sido un lance de carrera, un incidente sin mayor culpa por parte de ninguno de los dos y el máximo organismo internacional actuó en consecuencia. Sin sanción para ninguno.