Dakar 2015 | La intrahistoria
Entre los campeonatos de Ari Vatanen y la moneda de Todt
De 1987 a 1990 no hubo otro coche aparcado en el podio final del raid. El león fue el rey de África, lo hizo sin melena y con el chasis del 205 T16 Grand Raid y el 405 T16 Grand Raid.
Es una estadística envidiable, busquen si quieren en la NBA que no la van a encontrar: 4 de 4. Ese es el balance que Peugeot lleva en el Dakar, donde triunfó en los años 80 y donde ahora quiere volver a hacerlo. De 1987 a 1990 no hubo otro coche aparcado en el podio final del raid. El león fue el rey de África, lo hizo sin melena y con el chasis del 205 T16 Grand Raid y el 405 T16 Grand Raid. Fueron coches de éxito y, obviamente, con un alma y unas manos mágicas en su interior. Destaca sobremanera Ari Vatanen, campeón en 1987, 1989 y 1990. El finlandés volvería a llevarse el trofeo del tuareg en 1991, aunque entonces con los chevrones de Citroën en el capó.
El Dakar fue el escenario elegido por Peugeot para que su 205 T16 siguiera dando que hablar después de que la FIA cerrara las puertas del Grupo B en el Mundial de rallys. Fue llegar al Dakar y esbozar una sonrisa mayúscula. El ejercicio de reinventar un nuevo 205 T16, alcanzar otras dimensiones con la arena y el terreno dakariano como razón de ser, dio sus frutos. Detrás de aquel experimento estuvo Jean Todt, años después cabeza visible de los éxitos de Michael Schumacher en Ferrari, actualmente en lo alto de la FIA, mañana... ¿Quién sabe mañana dónde estará el pequeño gran estratega del motor?
Lo cierto es que aquella apuesta no pudo resultar más acertada. En 1987, con Vatanen como vencedor por delante de Zaniroli y Shinozuka. También lideraba en 1988, pero le robaron el 405 T16 en Bamako y fue descalificado, con el título a la postre para su compatriota Juha Kankkunen. Así se llegó a 1989, el del famoso cara o cruz de Todt: fue una moneda la que decidió que Vatanen ganara y Jacky Ickx perdiera. Y 1990 regalaría a Peugeot el triplete con Vatanen, Waldegard y Ambrosino. Cuatro de cuatro. Ni Michael Jordan. Ahora Peugeot quiere más.