Fórmula 1 | La intrahistoria
Martini lleva ya 46 años dando sabor al mundo del motor
La apuesta de la marca arrancó en la resistencia y esta temporada patrocinará al equipo Williams. La etapa de mayor éxito para la firma llegó en el Mundial de Rallys.
Unos lo toman con una aceituna, otros con una rodajita de limón. En Williams lo toman como la mejor muestra de que su proyecto 2014 gusta y atrae. Hablamos de Martini, cuyo logo volverá a ser visible en la parrilla de la Fórmula 1, un Mundial que arranca este fin de semana en Albert Park (Australia). Una marca que forma parte de la historia del mundo del motor. Desde 1968. Demasiado sabor para hablar de un simple aperitivo.
Lo curioso es que la aventura no arrancó en Italia, sino en Alemania. Fue la división germana de Martini & Rossi la que logró que el logotipo y los colores azul, celeste y rojo lucieran sobre el Porsche 907 del German BG Racing. Eran los 1.000 kilómetros de Nurburgring y desde entonces, miles de kilómetros han sido testigos de la apuesta de Martini & Rossi por el mundo del motor: ya fuera en la resistencia, en los rallys, en la F-1.
En 1970 llegó el bautismo en un referente mundial, las 24 Horas de Le Mans, competición que conquistaría sólo un año después con un 917K pilotado por el holandés Gijs van Lennep y un austríaco que ahora aconseja y dispara con bala desde el staff de Red Bull: el austríaco Helmut Marko. Ya en 1972 llegaría el primer contacto con la F-1, gracias a la escudería italiana Tecno. Tres años después aterrizaría en el proyecto Brabham del que era propietario Bernie Ecclestone y que apostaba por el derbi sudamericano que protagonizaban el argentino Carlos Reutemann y el brasileño Carlos Pace.
Pero si hay un nombre y un apellido subrayados por esa banda tricolor es el de Lancia Martini Racing. Once años de colaboración en el Mundial de rallys, de éxitos, con siete títulos de constructores (en 1983 y entre 1987 y 1992) y cuatro de pilotos, con Juha Kankkunen (1987 y 1991) y Miki Biasion (1988 y 1989). Y así fueron pasando los años, con otros patrocinios como los de la Fórmula 1 en los monoplazas de Lotus (1979) o Ferrari (2006) y hasta llegar al regreso triunfal ahora en el FW36. La nueva joya de Williams, cuyo protagonismo en el Mundial 2014 es un secreto a voces. Nada que ver con la fórmula que logra ese amargor dulce en un Martini y que es fruto de la mezcla de más de 40 ingredientes botánicos. Una mezcla secreta. Desde 1863 no sueltan prenda.