Alonso y Ferrari acaban la jornada con una media sonrisa

Ismael es un pescador cántabro y escucha las carreras en alta mar en una emisora de onda corta. Se ha gastado el dinero de unas cuantas salidas en viajar a Jerez para escuchar, ver, sentir los nuevos monoplazas... Sueña con ver un título de Alonso, pero también ama la F-1 y admira a Red Bull. El martes se hizo una foto con Adrian Newey. Ayer quiso un autógrafo. Ya no pudo. El genio de la aerodinámica, junto al jefe Christian Horner, había salido en un vuelo hacia Londres.

Mientras, Fernando intentaba atender como podía a las decenas de aficionados que le rodeaban al salir del box camino de la caseta de Ferrari. Fue una locura. “Siempre es agradable pilotar de nuevo y sobre todo delante de tu público, lo he echado de menos durante algunos meses y, aunque me he pasado horas y horas en el simulador, al volver a la pista he sentido que era tan emocionante como siempre, pero lo mejor es ver las gradas con público, eso te anima más”, reconoció. Satisfecho. Muy delgado, muy centrado en lo que tiene que hacer. Con ese aire de estar en otra parte, de genio loco que solo piensan en ganar.

Mientras en Red Bull ponían mala cara al día, en Ferrari tenían media sonrisa. Y en McLaren y Mercedes reían como si un gitanillo de Jerez les hubiera contando un chiste. Durante mucho tiempo se habló de que los motores de la estrella estarían por delante. Y así es. Magnussen terminó con el mejor tiempo en su debut con el coche de Woking como piloto titular, segundo Massa en la primera vez que se subía al Williams, tercero Hamilton y cuarto Button, de Mercedes y McLaren. Hasta llegar al quinto de Alonso, todos ellos como motor Mercedes.

Sin embargo, el piloto de Ferrari no da mucha importancia a estos resultados, ni siquiera a los problemas de su rival: “En cuanto a lo de Red Bull y Renault es algo que suele pasar, algunos tienen más problemas, otros menos. Si no estuviesen en Australia, a algunos nos vendría bien para coger más puntos, pero el primer día o el primer test en Jerez cuenta poco, me centro en mejorar nosotros”. Y en cuanto a ellos aún deben trabajar mucho, pero el español completó 26 vueltas sin problemas antes de que su coche se parara por un problema eléctrico, normal en estos test, y después volvió a la pista para rodar un total de 58 con total tranquilidad. El asturiano fue el segundo que más kilómetros hizo ayer, a sólo cuatro de las 62 vueltas de Hamilton y su Mercedes. Objetivo cumplido. “La fiabilidad no será fácil para nadie. Tenemos que intentar dar el máximo número de vueltas en estos test, sobre todo en este primero en Jerez y en Bahrain, porque cada vuelta que damos descubrimos cosas, pequeños fallos o pequeños problemas que podemos tener en el coche, así que cada vuelta es información muy valiosa”, sostiene el ovetense.

Alonso fue preguntado también por la manera de conducir: “Me gusta cómo se llevan estos coches, pero realmente tampoco es muy diferente de los del pasado año”. Y también sobre su colaboración con Raikkonen: “Tengo a mi disposición todas las vueltas de Kimi, no tenemos ningún problema en colaborar entre los dos, así debe ser”. Después dejó un toque de optimismo: “Es evidenteque tenemos mucho trabajo por delante, pero tenemos un gran potencial para poder avanzar y eso es alentador”. Aunque concreto que “tenemos que ponernos las pilas. Aún hay que descubrir muchas cosas”. Primer día positivo.