NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Dakar 2014 | La ganadora Femenina, en AS

Laia Sanz: "Me miraban como a un participante más que da gas"

La piloto quiere centrarse en los raids para seguir progresando en la prueba sudamericana, en la que este año fue 16ª. “No creo que haga el Mundial de trial".

CON EL DEBER CUMPLIDO. Laia, ayer en la Redacción de AS, donde habló de su extraordinario Dakar.
CON EL DEBER CUMPLIDO. Laia, ayer en la Redacción de AS, donde habló de su extraordinario Dakar. JESUS AGUILERADIARIO AS

Todos los adjetivos se agotaron rumbo a Valparaíso. Hacia ese 16º lugar en el Dakar que hizo aún más grande a Laia Sanz y dejó a muchos con la boca abierta. Da igual los días que pasen que la pregunta, una pregunta en mayúsculas, la persigue: ¿Cuál es su límite? “Si tienes suerte y no te caes, se puede seguir mejorando, está claro. Sin entrenar mucho he podido acabar 16ª... Ha sido un año un poco atípico porque mucha gente se quedó fuera de carrera a las primeras de cambio. No es por quitarme méritos. Está claro que ha sido un Dakar muy duro y también que seguro que podría dar un paso más adelante”, afirma Laia en la Redacción de AS. Feliz y cansada. Mentalmente cansada y es que el Dakar también se corre con la cabeza. Especialmente.

La receta para ese salto de calidad (si es que el 16º puesto en la clasificación general no es calidad ya de por sí) está claro: centrarse en los raids. Impera la lógica, aunque para ello habría que dejar sentado en el sofá a su querido trial. Hay que renunciar a algo. “No creo que haga el Mundial de trial este año, por los calendarios y porque además tengo ganas de centrarme un poco más en los raids. Llevo dos años muy raros, porque entrenar un mes trial, otro enduro... al final no haces nada bien. En el trial voy peor que hace dos años. Me encanta y lo echo en falta, pero tienes que estar muy centrado en él. Y mientras, para estar centrado en los raids no hace falta dejar el enduro, todo lo contrario, es un buen entrenamiento”, precisa la piloto de Corbera de Llobregat.

De allí le viene uno de sus apodos: El Meteorito de Corbera. Ella sonríe, pero hay más: La Dama de Hierro, La Reina del Dakar... Laia, de pequeña, sólo quería ser Indiana Jones. “Sí, es cierto, eso cuenta mi madre que le decía cuando era pequeña y me preguntaban qué quería ser de mayor. Indiana Jones...”, suelta Sanz, con una carcajada detrás, con la sonrisa de quien ve lo mucho que ahora, de mayor, ha conseguido: trece Mundiales de trial, dos de enduro, cuatro Dakar a cada cual mejor...

El éxito de este año no podía caer en saco roto. Tras un 2013 en el que tuvo que competir con una moto suya, cerró in extremis la inscripción del Dakar con una Honda respaldada por la filial de la marca japonesa en Argentina. De Rosario a Valparaíso cautivó a aficionados, periodistas y a los gerifaltes de Honda, de la casa matriz. Habló con ellos. “El año pasado fue muy malo, con muchos inconvenientes, tener que correr con una moto tuya, con recambios tuyos, montarte por tu cuenta los viajes, todo eso genera mucho estrés. Un piloto tiene que correr y eso es lo que quiero. No tengo que preocuparme de si voy a entrenar y rompo algo, tan sólo de ir en moto, ir al gimnasio, entrenar...”, dice Laia.

Laia habla en pasado, pero insistimos sobre el futuro. Sobre Honda, la oficial, la pata negra. Y le vuelve la sonrisa: “Tengo pendiente hablar con ellos, pero no sé cuándo. Al que conozco es a Katsumi Yamazaki (director de HRC), con el que hablé en verano. Durante el Dakar venía a verme, hablábamos bastante”. Y es que en el podio final, las banderas con el Ala Dorada festejaban el 16º de Laia como si fuera el título. “Allí estaban todos, animándome, muy contentos. Durante la carrera me decían ‘please, llega entre los 20 primeros, vas muy bien’. Se les veía ilusionados”, señala Laia, que aclara que “el Dakar no sólo es ir rápido, sino que consiste en ser listo, navegar bien, cuidar la moto”.

En Valparaíso, Sanz ya dijo a este diario que la gente la miraba “de forma diferente” en el Dakar. Ahora, sentada en un sillón de cuero, incide en la idea: “Me miraban como a uno más que da gas. Si hubiera sido un Dakar ‘light’ la gente habría dicho ‘claro, es que con una carrera así...’. Pero en este Dakar ha habido calor, altura, kilómetros, caídas, roturas, de todo. Ha sido el más duro de los que he disputado”.

Su gran susto llegó con la rotura del embrague (“Pensé que me volvía para casa”), también al quedarse sin batería tras dejar cargando el Iritrack toda la noche. De todo eso se aprende. Si había que colgarle un galón más, ya lo tiene. Y lo reivindicó el día que pidió a la organización que la recolocaran: “Antes del Dakar pedí llevar número amarillo, el de piloto de élite, y no me lo dieron. En ese dorsal entra la recolocación los días malos y el reglamento lo permite a un piloto puntero o mediático. Espero tenerlo el año que viene”, dice Laia, que no duda en detallar qué copiaría de Coma y qué de Barreda. “De Marc, el ‘coco’ que tiene y la experiencia. De Joan, la técnica que tiene en moto, la velocidad, es el más rápido”, apunta esta nueva joya de los raids que mira de reojo su querido trial: “Es imposible que muevan a Bou, es un superdotado. Raga ha llegado a base de trabajo y esfuerzo. Bou también ha trabajado, pero tiene un don. Entrena y va a jugar, como Márquez”. Bou, Márquez, Laia... está visto que el caviar ya forma parte de nuestra dieta.