Nani Roma ya está en casa con su tuareg sobre cuatro ruedas

“Hace tres años casi dejo de pilotar y gracias a Jordi Arilla (su actual representante) encontré la motivación de seguir. No he olvidado que hace diez años gané en motos, pero tampoco olvidaré nunca esta victoria en el Dakar de este año". Así se expresaba Nani Roma a su llegada al aeropuerto de Barcelona tras su extraordinaria victoria en coches del Dakar 2014, convirtiéndose en el tercer piloto de la historia en hacer el doblete tras Hubert Auriol (una en coche y dos en moto) y Stéphane Peterhansel (cinco en coche y seis en moto)

El próximo 17 de febrero cumplirá 42 años y su llegada ha sido una explosión de júbilo en el aeropuerto; más de un centenar de sus convecinos de Folgueroles, su pueblo natal y una pequeña población de 2.400 habitantes, le han recibido con cánticos, pancartas, banderas y gritos de ánimo en todo momento.

Con ellos estaba el alcalde de la población Carles Baronet, que se ha encargado del desplazamiento de los vecinos, los padres de Nani, Bruna y Joan, los padres de su esposa y también competidora en el Dakar, Rosa Romero, y la parte más emotiva ha sido el abrazo de sus tres hijos, Abril, Julia y Marc, el benjamín de la familia.

“Abrazar a mis hijos era el momento que más esperaba”, ha confesado el piloto, “porque su madre y yo llevábamos mucho tiempo fuera y se les he echado mucho de menos”.

Sobre su triunfo reconoció insistió sobre la exigencia de la prueba: “Ha sido realmente duro en cuanto al recorrido, el Dakar en Sudamérica más extremo de todos. Y no lo ha sido sólo a nivel físico sino también a nivel psicológico. Tal y como se pusieron las cosas, la última noche no pude apenas dormir, no paraba de pensar en el día siguiente”.

Sobre su relación con Stéphane Peterhansel dijo: “Siempre he dicho que tu principal rival es tu compañero de equipo y es lógico que alguien que ha ganado once veces del Dakar no le guste ser segundo. Stéphane es un piloto que cuando se pone el casco no piensa más que en ganar porque es un ganador nato, pero este año creo que yo he sido un justo ganador; me he ganado la victoria a pulso, luchando día a día e intentando no cometer errores”.

El pasado 15 de diciembre, cuando se presentó su equipo, Nani apuntó en una agenda que el 18 de enero ganaría el Dakar, tal como lo había hecho en 2004 cuando ganó en motos. “Eso fue arriesgado, pero tenía buenas sensaciones y un gran equipo junto a mí”.

Aunque no quiso habla de futuro, Roma sí adelantó sus intenciones: “He demostrado que no me equivoqué al pasar de las motos a los coches. Lograr la primera victoria siempre es lo más difícil, pero el rendimiento del Mini ha sido extraordinario. El año próximo seguiré en coches y seguro que lo hare con Mini. Sólo quiero decir que de los once coches del equipo que salieron todos llegaron a la meta”.