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El campeón de Moto3 visita AS

Maverick Viñales: “En Valencia no me fui al suelo de milagro”

Repasa su lucha contra Rins y Salom por un título decidido en la última curva, en un lance del que reconoce que “es muy extraño que la moto aguantara tanto en estado crítico”.

A Maverick Viñales no se le borró la sonrisa de la cara en su visita a la Redacción de AS.
A Maverick Viñales no se le borró la sonrisa de la cara en su visita a la Redacción de AS.Javier Gandul

Felicidad es la palabra que mejor defi ne el estado de ánimo de Maverick Viñales tras la conquista del título de Moto3. “La vida cambia un poco, porque estás más ocupado, con más entrevistas, pero sigo siendo el mismo de siempre”, aseguraba ayer para arrancar su paso por AS, con almuerzo incluido en el que no se privó de nada porque “hay que estar fuerte para llevar la Moto2”.

La categoría intermedia, enrolado ya en el Tuenti HP 40 Pons, es su próximo desafío, pero antes hay que saborear lo logrado con el Team Calvo en Moto3. “El recuerdo de Valencia es buenísimo. Era una carrera en la que sólo valía ganar o ganar y hubo mucha emoción”, avanza antes de entrar en detalles sobre esa cita a la que él, Salom y Rins llegaron en sólo cinco puntos: “La planteamos como una carrera más, pero que teníamos que ganar y de nada servía estar nervioso. Tenía que hacerlo todo normal y así tendría opción de ganar. Me ayudó ser el menos favorito. Eso me relajó mucho. A partir de Malaisia veía el título muy difícil, pero en las motos todo puede cambiar en un momento y fue muy inteligente quitar un poco de gas muchas veces y puntuar. La regularidad da muchísimos puntos”. En esa cita a cara de perro Mack sacó la agresividad de la que había hecho gala en sus primeros pasos mundialistas, pero que parecía estar perdiendo frente a Rins y Salom. “La agresividad nunca se pierde, sólo que hay que utilizarla cuando de verdad toca”, argumenta convencido.

El de Roses cumplirá 19 años el 12 de enero y se le ve en plenitud, deportiva y personal, quedando lejos el niño que hace un año dejó plantado a su anterior equipo en Sepang. ¿Qué ha cambiado?: “Lo que ha mejorado es que este año he tenido lo que yo pedí: una moto oficial y un equipo que ha estado por mí al cien por cien. El equipo se ha desvivido y hemos trabajado muchísimo, día y noche, pero ha merecido la pena y se ha conseguido este título que nos merecíamos todos”.

Ese equipo invirtió medio millón de euros en hacerse con sus servicios, lo que “para nada ha sido una presión. Sabía que si pagaban ese dinero era porque confi aban”. Con lo que no contaba nadie era con que su primo, Isaac Viñales, tirara a Salom en Motegi. Eso y la caída de Rins en la misma prueba le dieron una nueva oportunidad que supo aprovechar, pero se pone serio cuando se le pregunta por la acción involuntaria de Isaac: “No sé si es un favor, pero luego Luis se volvió a caer, ¿no? Si no recuerdo mal... (Sí, en Valencia). Es una pena porque hubiera estado bien luchar con Luis en Japón y en todas las carreras. Mi primo me dijo que le supo muy mal tirarle porque se hicieron daño y a nadie le agrada eso. Son cosas de las carreras y nada más”.

Vuelta a Valencia y a su dramática última curva. Rins lamentó en su visita a AS no haber tirado más de freno trasero. Maverick lo vio así: “Cuando fui unas vueltas detrás de Rins, vi que él frenaba muy tarde en esa curva y que no era muy inteligente quedarse detrás de él, porque hubiera sido muy difícil adelantarle, así que decidí entrar primero en la curva. Frené súper tarde, pero vi que Rins frenó más tarde que yo y se fue un poquito largo. Miramos después la telemetría y no se me cerró la dirección y no me fui al suelo de milagro, porque ese día tenía que ganar... Estaba en el suelo y es muy extraño que la moto aguantara tanto con la suspensión en estado crítico, porque estuve como tres o cuatro segundos en los que no había suspensión y estaba haciendo tope”.

De ahí a cruzar la meta como campeón, “algo súper emocionante y el sueño que tienes desde niño”, y a pensar ya en Moto2: “Las primeras sensaciones han sido muy buenas y me voy al parón de invierno sabiendo que hay que mejorar, pero que tengo un buen nivel. Lo que más cuesta es coger la trazada buena y lo que más me ha gustado es el agarre que tienen los neumáticos y que la moto es muy divertida. A la diferencia de potencia te acostumbras a los dos días y quieres más. Los tiempos en Jerez costaron mucho, en Valencia estuve más cerca y en Almería hice buenos registros”.

Al primer campeón de Moto3 llegado a Moto2, Cortese, le costó adaptarse. ¿Y a él? “No tengo ni idea. Llevaré mi estilo y veremos. No todos los pilotos somos iguales y hay que ver cómo me adapto”. Pinta bien.