Alonso: “Soy subcampeón con el séptimo u octavo coche"

Atascos infernales, mucho calor, cielo gris... la Fórmula 1 llega a Sao Paulo para cerrar la temporada una vez más, aunque en esta ocasión las cosas son muy distintas del pasado año, cuando Alonso se quedó a tres puntos del sueño, exhausto y con los ojos en el infinito. Ahora el interés está en saber si Vettel deja de ganar carrera tras carrera, si Red Bull le permite a Webber la victoria, si el asturiano puede regresar al podio o si la clase media, los Pérez, Hulkenberg, Maldonado y compañía, nos seguirá regalando batallas para recordar. Pero el Mundial está cansado y el piloto español también. Para un ganador debe ser duro saber que no puede ganar.

Y el piloto estrella de Ferrari revela que hace meses se dio cuenta de que esta vez iba a ser totalmente imposible: “Tenemos que hacerlo mejor el próximo año si queremos luchar por el Mundial, porque no hemos sido lo suficientemente buenos en comparación sobre todo con Red Bull. En julio estábamos demasiado lejos de ellos en términos de competitividad, tras Alemania y Hungría, porque en Silverstone teníamos planeada una gran evolución que no funcionó y seguíamos perdiendo puntos”. Aunque reconoce que mantenía alguna esperanza tras el verano: “Nos fuimos de vacaciones pensando que necesitábamos dar un gran paso adelante con otra evolución del coche, pero ya sabía que estaba muy difícil”.

A pesar de todo, el asturiano ha seguido luchando duro, metiéndose en mil batallas y jugándose la vida por su equipo, pero sobre todo y ante todo, por esos aficionados de que “esperan ése algo más de mi”. Y estuvo a punto de pagarlo en Abu Dhabi, cuando su coche casi sale volando entre los bordillos. El de Oviedo llegó a Austin sin estar al cien por cien: “Allí no pensaba dejar que De la Rosa se subiera al coche, porque una vez que había viajado y estaba allí tenía que pilotar. Pero cuando estaba en casa, el domingo anterior y el lunes, no me sentía con fuerzas, tenía muchos dolores de cabeza, no estaba bien y pensaba que si no iba a hacer un buen trabajo era mejor no pilotar. Pero poco a poco la inflamación se redujo y volamos a Austin, allí estaba en el límite y corrí, pero si la carrera hubiera sido la semana siguiente a Abu Dhabi, no habría podido”.

Dejando claro que lo da todo por su escudería, tampoco quiso entrar en más polémicas con el presidente Montezemolo que le puso un ocho de nota esta temporada: “Yo no me doy ninguna nota, solo trato de hacer mi trabajo lo mejor posible y no tengo que ponerme notas, tengo que hablar en la pista y es lo que hago”. ¿Y sobre este año? “Orgulloso de este subcampeonato porque lo he logrado con el séptimo u octavo coche de la parrilla. El año pasado fue más triste porque lo perdí en la última carrera, pero este año me siento orgulloso de lo conseguido. De luchar siempre”. Es decir que es segundo en el cuarto equipo. Dicho queda.