Marc Márquez no se corta ni con un toque de Jorge Lorenzo

Cerca de las tres de la tarde de ayer, una leyenda como Crivillé charlaba distendidamente con amigos dentro del hospitality de Repsol. Hizo una pausa para alzar la vista hacia el monitor de tiempos y se encontró, al igual que por la mañana, a Márquez al mando. "Marc no se corta nada", sentenció en voz baja y quizá sin saber que resumía a la perfección la filosofía del novato.

Da igual que el ilerdense esté ante su tercera bola de partido, que ya no haya margen para recuperar un fallo o que Lorenzo intente de una y mil formas trasladarle toda la presión. El último intento vino en forma de broma, al acabar la primera sesión libre, con un toque tan voluntario como carente de riesgo. El mallorquín tocó con su rueda delantera la trasera del catalán cuando estaba parado para ensayar una salida, algo que el novato vio como un intento de su rival por meterle presión, pero no hizo efecto y fue primero por la mañana y también por la tarde, por delante de Pedrosa y Lorenzo, con los tres en un pañuelo de 158 milésimas.

Este resultado, lógicamente, haría campeón a Márquez mañana, porque los trece puntos de ventaja que le saca al piloto de Yamaha le permitirían incluso ser cuarto en caso de victoria de su rival por el título. Eso sí, a la mínima oportunidad que tenga, irá también a por la victoria además de a por el título, en una pista en la que ya ganó el año pasado saliendo último de Moto2, y con el asfalto medio seco, medio mojado.