GP ABU DHABI
Fernando Alonso soporta 28G para ser quinto y Vettel arrasa
Undécimo triunfo de Vettel. Alonso remontó desde la décima plaza, pasó a ocho coches en pista y su cuello sufrió en su lance con Vergne al volver de boxes.
En una pequeña sala de la casa de invitados de Ferrari, una leyenda que nos hizo felices espera junto a un amigo que le ayudaba desde la defensa. Entonces aparece Alonso, que se lleva la mano a la espalda, y se abraza con Raúl y Míchel Salgado, dos futbolistas de su Real Madrid, se hacen fotos, el delantero sonríe como quien está ante un ídolo, como tantas veces han hecho en su presencia. Cosas. Después se va rápido, tiene que coger un avión a Qatar, pero el viaje le ha merecido la pena. ‘Ha sido una carrera divertida y Alonso es un grande’, parecen decir con su cara los futbolistas. Si le hablas del Madrid, a Raúl le brillan los ojos. Poco más. Mientras estos otros deportistas se iban, Alonso apenas se acordaba de su espalda. Pero después tuvo que ir a un hospital a una revisión. Protocolo de la FIA.
Cuando se soportan 28G en un choque, una colisión o un salto del coche se activa una luz roja y el piloto debe acudir al hospital a un chequeo. Porque estamos hablando de algo increíble. Sucedió cuando Alonso salía de boxes tras su segunda parada y se encontró con Vergne y Massa; al seguir en la trazada, el francés no le vio y el asturiano tuvo que salirse ligeramente de pista, pero al salir y entrar con los pianos saltó y soportó esa fuerza lateral. Un grande jugándose la vida. Mientras todo eso ocurría, Vettel volaba con su Red Bull de piedras preciosas hacia su undécima victoria del año, séptima consecutiva.
Permítanme resumir la carrera de Vettel: se puso primero en la primera curva y a partir de ahí siguió primero rodando más rápido que nadie durante la primera parte de carrera con tiempos hasta dos segundos más veloces que el resto y después conservando, pero con grandes registros. Así llegó a meta y ganó. ¿Parece fácil, verdad? No, no lo es. Este piloto se ha transformado en un grande de siempre, coche aparte. Ahora seguimos con la hazaña de Alonso.
Porque más allá de Vettel, por detrás había un coche rojo que llegó desde la nada para ofrecer sentido a este deporte y hacer realidad la palabra espectáculo. Fernando no se rindió y con un coche que no está a la altura supo aprovechar las últimas vueltas con neumáticos blandos para rodar más rápido que nadie, supo durante toda la carrera adelantar a siete pilotos en pista y además hacer la vuelta rápida en carrera. Remontada de cinco puestos. No es poco.
En la salida ganó una posición y antes de la primera parada, con su juego inicial y nuevo de blandos, no era capaz de buenos tiempos mientras Massa se iba con facilidad. Al final entró a boxes antes el español y ahí comenzó su remontada porque salió decimocuarto...
Entonces pasó a ‘Checo’ Pérez, Bottas, Hulkenberg y Sutil, y en la vuelta 32 estaba tras Massa. El paulista entró a boxes y Fernando siguió en pista hasta su segunda parada en la vuelta 42. Sale séptimo justo al tiempo de Vergne y Massa, lo hace al límite del reglamento, agresivo, hambriento, repleto de coraje. Y se va a por Hamilton. Pasa a su enemigo íntimo, después a Di Resta. Y cuando parecía que iba a descansar, se dedicó a hacer vuelta rápida tras vuelta rápida hasta la final. Ocho adelantamientos. Sólo él. Coraje. Terminó quinto, pero mereció más. Y acabó en un hospital con 25G en su espalda. Porque los héroes nunca se rinden…