Sebastien Ogier no se corona campeón en las antípodas

El champán estaba preparado al final del Power Stage, el tramo final del Rally de Australia. Hasta allí se había desplazado su familia y amigos. Pero no lo descorcharon, o por lo menos no para celebrar el título de Sebastien Ogier. El francés cumplía con su cometido, y ganaba la prueba de las antípodas y el tramo final con puntos extra, pero Thierry Neuville le arruinaba la fiesta al acabar segundo en ambos. Por un punto no ha podido cantar el alirón el francés.

Lejos de hacer buenas las especulaciones que decían que esperaría a la siguiente cita de Francia para coronarse junto a los suyos, Ogier ha ganado 19 de los 22 tramos disputados en las antípodas y ha dominado la prueba con mano de hierro. Quería dejar todo zanjado, y a falta del tramo final lo tenía prácticamente asegurado. Pero Mikko Hirvonen, el hombre que había ido todo el rally segundo, sufría un pinchazo, lo que permitía a Thierry Neuville adelantarle y aplazar la fiesta de los Ogier.

Ahora un punto separa a Ogier del título, un título que se volverá a jugar en el Rally de Francia, la próxima cita. Allí regresa Sebastien Loeb, su archienemigo, en el que será su último rally. Más emoción no se puede pedir, ya que además del duelo entre ellos, también será el regreso de Dani Sordo tras su triunfo en Alemania. De nuevo en el asfalto, el español se puede convertir en el árbitro de la pelea de los sebastianes con el título como trasfondo.

Kris Meeke, el hombre que ha sustituido a Sordo en el equipo francés en esta prueba se ha cubierto de gloria. En la segunda etapa sufría un espectacular vuelco con siete volteretas, pero los mecánicos hacían un espectacular trabajo y reparaban el coche. El británico se reenganchaba para salvar dos puntos para la marca. Ni eso. En el último tramo se salió y rompió la suspensión trasera, se quedó en tres ruedas y no llegó a meta.