Llorente: "¿Y voy a poder ver a Alonso? ¿Le vamos a saludar?"

Es alto, muy alto y guapo, decían ellas en cuanto vieron a Fernando Llorente caminar por el paddock de Monza junto a un séquito de varios, entre ellos otros compañeros de la Juventus como el argentino Tévez. Ambos estuvieron saludando a todo el mundo en la F-1, entre ellos a Bernie Ecclestone, pero cuando Gené les estuvo explicando cómo funciona todo en el box de Ferrari, el futbolista español, campeón del mundo en Sudáfrica, pidió un deseo. Casi nervioso Llorente señaló a Marc y le dijo: "¿Y voy a poder ver a Alonso? ¿Le vamos a poder saludar?".

Era como un niño grande al que le hiciera ilusión estar un ratito con su ídolo. "Ahora está reunido con los ingenieros y después ya estará concentrado para la carrera, pero espero que luego tenga un hueco", explicó Gené y los otros deportistas lo comprendieron. Ellos un minuto antes estuvieron con otro ídolo para Llorente, el que fuera delantero del Real Madrid y el Barcelona, Ronaldo, invitado por Ecclestone. Pero no fueron los únicos deportistas presentes en un fin de semana en el que McLaren acaparó focos al celebrar sus 50 años de existencia.

Bajando las escaleras con dificultad por cierto, de la gran caseta de Red Bull iba Dani Pedrosa, simpático ayer el piloto español de MotoGP que después estuvo viendo en la parrilla los momentos previos de Alonso y saludó a Domenicali. "Un placer verte", le dijo el italiano. También por allí andaba Bernie saludando al mundo entero, el presidente de la FIA, Jean Todt, con esa seriedad que asusta o el de la Federación Española, Carlos Gracia, mucho más cordial.

Esos momentos eran de locura en la parrilla, por un lado aparecía Rowan Atkinson, el famoso Mr. Bean, o David Hasselhoff, algún que otro jugador de baloncesto, otras pocas modelos... Monza, también el glamour de un deporte único; la F-1. ¡Ah! y Llorente vio y saludó a su tocayo, como debe ser, entre campeones...