Márquez se pone “rojo de vergüenza” con tanto piropo

Desde que el Mundial arrancara en Qatar, al novato de MotoGP más esperado de los últimos tiempos le han piropeado mitos de la clase reina como Spencer (tres títulos y autor del último doblete conocido), Roberts (un marciano tricampeón), Rainey (otro tricampeón que presenció in situ su maniobra del Sacacorchos), Schwantz (un piloto de leyenda por mucho que sólo tenga un título), Doohan (pentacampeón y símbolo de una era) y Rossi (un Patrimonio de la Humanidad). Éste último volvió a decir de Marc Márquez, delante de él, en la rueda de prensa oficial de Silverstone, que es mejor de lo que él era a su edad, y el niño de veinte años se sonrojó.

Le entró la risa floja al de Cervera cuando los periodistas le preguntamos por la lluvia de halagos que genera a su paso: “Son palabras que me producen respeto y cuando las dicen en público, como en la rueda de prensa, me da como vergüenza. Son bienvenidas, pero no sé mucho más qué decir porque me quedo sin palabras. Me pongo rojo de la vergüenza que me da”.

La penúltima flor llegó cuando Rossi dijo tras su cuarta victoria consecutiva, la quinta del año, la de Brno, que el paquete Honda-Márquez es imbatible. Marc, lejos de creérselo afirma: “No me siento imbatible para nada. Imbatible no te sientes nunca. En Brno estuvimos toda la carrera juntos. Si hubiera ganado por diez segundos sí me podría sentir diferente, pero estuvimos luchando y Dani hizo las dos últimas vueltas muy rápido sin estar al cien por cien físicamente”. Además de aquello, El Doctor también le sugirió que cambiara de deporte y que probara con la Fórmula 1 como él hizo en su día. “No me iría a los coches, porque la esencia de las motos y el cuerpo a cuerpo no está en la F-1”, asegura el pequeño genio antes de añadir: “Yo no sé si Rossi se equivocó en su día al planteárselo. Hubo bastantes rumores, pero la verdad la sabe él. Probó el coche y, un día para divertirme, también me gustaría a mí, pero ese Mundial de 2006 no creo que lo perdiera por descentrarse sino por las roturas de motor de la Yamaha”.

De perder títulos él también sabe algo, porque se le esfumó en 2011 el de Moto2 cuando más a tiro lo tenía. Ahora, con 26 puntos de renta sobre Pedrosa y 44 sobre Lorenzo, vuelve a tener en el punto de mira algo con lo que muy pocos contaban a principio de año. Queda la duda de saber si podría entrarle miedo escénico, pero no lo parece… “Se puede perder el título, pero antes de empezar la temporada estaba perdido porque no estaba en mi cabeza luchar por este título. Sí que estaba hacer algún podio, pero no estar en esta situación. Yo intentaré sacar el máximo de mí, como hasta ahora, pero sabiendo que con esta moto se va tan al límite que un error es un momento”. No falla, ni en la pista ni ante los micrófonos.