GP DE ALEMANIA | MOTOGP
Marc Márquez no perdona y recupera el liderato de MotoGP
Aprovechó las bajas de Lorenzo y Pedrosa, que sufrió un nuevo cuadro vasovagal cuando se preparaba para el 'warm up', y venció por cuarto año consecutivo en Sachsenring.
Estaba obligado a ganar y ganó. Así funciona Márquez, un novato de veinte años que se desenvuelve en MotoGP con el aplomo de un veterano. Había que ganar como él lo hizo, claro, pero fue el primero en reconocer que le benefició que no corrieran ni Lorenzo, en casa, ni Pedrosa, que causó baja al sufrir de nuevo un cuadro vasovagal (mareos y una bajada de tensión) cuando se disponía a probarse en el warm up.
El catalán se cayó con dureza el sábado y había superado sin problemas el chequeo de las 8:20 de la mañana, en el que se le vio bien despierto y se supo que el dolor de la fractura incompleta de la clavícula izquierda tendría arreglo con una simple infiltración. Sin embargo, Dani se quedó sin correr. Alberto Puig, muy desanimado, aseguraba que esperan que pueda hacerlo en Laguna Seca el próximo domingo y que está previsto que vuelen el miércoles a Estados Unidos. Pero eso será otra historia
La de ayer era una en la que se le ofrecía a Marc la oportunidad de oro de recuperar el liderato del Mundial, una privilegiada posición que ya ocupó tras Jerez. Para ello era necesario que lograra la victoria, para salir así dos puntos por delante de Pedrosa en la general. Y no se presentaba fácil el triunfo para el discípulo de Alzamora, porque Crutchlow y Rossi estaban dispuestos a presentarle batalla. Lo hicieron durante algunas vueltas y en diferentes momentos de la prueba.
Al ilerdense no le favoreció su mala salida, que le relegó a la cuarta plaza. Se le colaron Bradl, Rossi y Espargaró, que tuvo un arranque brutal con su CRT y acabó octavo. El Pequeño Genio no perdió la calma pese a la mala arrancada. Primero adelantó a Aleix, por motor, en la recta, y luego al italiano y al alemán, en la curva de entrada a meta, para tirar en solitario hasta el final.
El satélite de Yamaha, Cal, batió al oficial, Valentino, y luego bromeó sobre el poderío del novato, diciendo que intentaría sobornar al chófer que le llevará desde Sachsenring al aeropuerto, para que le pierda por algún bosque alemán y no se suba así al avión que le debe llevar rumbo a California. Es una idea que le hizo gracia a un Rossi que, por su parte, intentó engañar a Marc diciéndole que "Laguna Seca es un circuito facilísimo". Él sabe que más bien todo lo contrario, pero como no se corta ni con un hacha, también intentará ganar allí. En Alemania ya ha vencido cuatro veces de manera consecutiva, todas ellas con pole incluida. A ver en California de qué es capaz este niño prodigio que ahora lidera la general con esos dos puntos sobre Dani Pedrosa y once sobre Jorge Lorenzo.