Gene: "Las barbacoas y el café también se huelen a 340 km/h"

Faltan tres días, pero las 24 Horas de Le Mans se corren ya desde el lunes. Lucas Ordóñez (LMP2), Antonio García (GTE Pro) y Marc Gené (LMP1) ponen la sal española a esta prueba que se cocina a fuego lento, durante un año, y que National Geographic bautizó como el mayor espectáculo deportivo del mundo por delante de los Juegos Olímpicos o el Mundial de fútbol.

Huele bien... y no sólo en lo deportivo. "Recuerdo que el año pasado, serían las nueve de la noche, había una zona a la entrada de las curvas Porsche con mucha niebla. Hacía frío y los neumáticos no recogían la temperatura y por eso pensé que era niebla. Pues no era niebla, sino el humo de las barbacoas. Y lo detecté por el olor. Incluso a 340 km/h", comenta Gené, campeón en 2009 con Peugeot y que este año busca el título a bordo del Audi R 18 e-tron quattro. Es decir, que a velocidad de vértigo, en curvas ciegas en las que el estómago se te encoge, a los pilotos no se les pasa una. "Y por la mañana hueles el café de los comisarios", añade.

Marc intentará "dormir lo más que pueda estos días", porque dice que luego, ya en carrera, le resulta "imposible". "Y eso que tengo fama de dormilón. Cuando toca descansar, me tumbo en la cama, cierro los ojos, pero no consigo dormir. Una hora antes de tu turno tienes que estar preparado, informando al compañero en carrera, listo por si hay un 'safety".

El stint máximo es de cuatro horas y "el último relevo lo disfrutas mucho", dice Gené, que aclara que "a nivel de fuerzas G no es una carrera tan cansada como la F-1". "Pero el cansancio mental sí es mayor", puntualiza Marc, a sólo unas horas de no poder dormir. Sólo soñar...